Los médicos del Turquino.
Por Froilán González y Adys Cupull.
Compilación de testimonios y relatos de los médicos que en 1965 escalaron el pico más alto de Cuba, junto al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
La obra titulada Realidad de un sueño del investigador e, historiador y abogado holguinero Ventura Carballido Pupo, se presentó el 9 de agosto en el teatro del hospital docente Calixto García de la capital cubana; Patrimonio Nacional. El autor fue uno de los protagonistas y testigo de aquella memorable graduación
El texto recoge los testimonios de los primeros médicos graduados por la Revolución en el Pico Turquino el .14 de noviembre de 1965, con la presencia de Fidel Castro Ruz, Celia Sánchez Manduley , José Ramón Machado Ventura y otros dirigentes de la Revolución
La presentación devino en un sentido homenaje al Comandante en Jefe con motivo del aniversario 91 de su cumpleaños.
Fue un encuentro de recuerdos y emociones de aquellos jóvenes galenos, hoy con los cabellos blancos, pero con el mismo espíritu, entusiasmo y lealtad revolucionaria en la cima de la montaña más alta de Cuba a casi dos mil metros sobre el nivel del mar donde juraron su servicio al país, a la Patria, a la humanidad y a la Revolución.
En el encuentro se rememoró el discurso del líder histórico de la Revolución cubana, que se incluye en el libro. En el prólogo el historiador Eugenio Suárez, director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado refiere que en la obra aparecen los nombres, apellidos y especialidades de los médicos y estomatólogos, lo que constituye un reconocimiento a quienes supieron dar un paso al frente ante el llamado de la Patria.
La editorial Verde Olivo, organizó la presentación y el Teniente coronel Rigoberto Santisteban Reyna, director de la prestigiosa institución expresó palabras sobre la importancia del libro y el destacado trabajo del autor que emocionado, probablemente dejó el guión para que fuera el corazón y los sentimientos quienes les hablaran al público, que había colmado el teatro.
La obra se convierte en un rescate de la memoria histórica y debe servir de estimulo y de ejemplo para que los Ministerios de Educación Superior y de Salud Pública, distribuyan entre los futuros médicos, la historia de esa graduación que sentó un pilar en la formación de tan humana profesión.
Esos testimonios debe acompañar a los protagonistas de tantas batallas que la medicina cubana va librando por el mundo, salvando vidas, tantos en situaciones de guerra, catástrofe naturales o epidemias. Estos ejemplos no deben quedar en los archivos, deben dar luz a los continuadores tal como ha hecho el escritor Carballido Pupo.
Su aporte debe servir para que las nuevas generaciones de médicos sigan el ejemplo de aquellos que escalaron las cumbres para realizar graduaciones en ese lugar lleno de historia y festejar al Comandante en Jefe por sus cumpleaños.
En la introducción el autor relata las horas de agotadoras caminatas desde Las Mercedes, Alturas de Mompié, La Plata, Palma Mocha y Aguada de Joaquín por esos hermosos parajes de la Sierra Maestra.
Carballido Pupo se refiere al inolvidable momento en que en las alturas del Turquino, ante el monumento a José Martí, Fidel entregó los diplomas a los graduados más sobresalientes de aquellos 400 médicos y 26 estomatólogos y narra cuando recordó al mártir estudiantil Pedro Borrás Astorga, asesinado por mercenarios al servicio de Estados Unidos, durante la invasión a Playa Girón. A los padres del mártir Fidel les entregó el diploma del hijo y expresó:
"En el alma nos dolía recordar aquel otro zarpazo, aquel otro crimen de Girón, en virtud de lo cual un día como hoy tenga que venir una madre vestida de luto a recoger el diploma de un joven cubano, de un joven que se preparaba para ser médico."
El investigador Carballido, buscó en los archivos y la prensa para destacar que de aquella primera graduación, 227 médicos alcanzaron la condición de especialistas, 53 prestaron servicios militares y un numeroso grupo cumplió misiones internacionalistas y de colaboración.
Un despacho de Prensa Latina tomando el relevante estudio de Carballido Pupo informó que 76 médicos obtuvieron categoría profesoral como consultantes, titulares, auxiliares, Profesores de Mérito, Investigadores, Doctores en Ciencias o en Ciencias Médicas y Máster y numerosos de ellos han ocupado altos cargos de dirección administrativa, política o militar, y una cifra considerable ha recibido condecoraciones y títulos honoríficos.
Según el despacho de Prensa Latina, a partir de aquellos iniciadores, Cuba alcanza hoy la mayor cifra de médicos del mundo por cada mil habitantes y presta ayuda a numerosos países de África, Asia y América Latina.
La investigación de Carballido Pupo recoge testimonios de varios de los galenos, pero hay uno especial que conmueve al lector por reflejar dentro de las incidencias del viaje la grandeza de Fidel.
Corresponde al de la doctora Silvia N. Güemes Herrera, quien relató: "Soy mexicana. Mientras estudiaba en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la carrera de estomatología, conocí y me enamoré de un cubano que estudiaba allá meteorología aeronáutica. Vine a Cuba a principios del año 1964 para casarme y radicar aquí e inmediatamente fui a la facultad para incorporarme a mi profesión. Tuve que convalidar mis estudios y al final coincidí con la graduación del pico Turquino... "
En otra parte de su testimonio relató que iban en el tren rumbo al Oriente cubano cuando Fidel se unió a ellos y los acompañó hasta Santa Clara, que el doctor Wenceslao Martínez, profesor de cirugía de la escuela, se acercó donde ella estaba y dijo: "Fidel, ella es mexicana y se gradúa ahora con nosotros", que Fidel empezó a hacerle preguntas y a contarles de su estancia en México.
La doctora siguió narrando las incidencias del viaje y que cuando llegó a La Plata, Fidel comenzó a conversar un rato, charla que todos disfrutaron.
Esa tarde la doctora mexicana comenzó a sentirse mal de salud, cuando sintió una mano en el hombro y era Fidel quien inmediatamente, pidió a varias personas que hicieran una parihuela para que la trasladaran al hospitalito de La Plata.
Los médicos le recomendaron reposo y le prometieron que muy temprano al día siguiente la llevarían en helicóptero a Ocujal del Turquino. Relata que en horas de la madrugada se presentó el aborto, pues no sabía que estaba embarazada.
Muy temprano en la mañana vino Fidel y dio la orden de que prepararan todo para su traslado y narra: "Yo empecé a llorar porque quería estar presente en la graduación, pero él me dijo: "No te preocupes, vas ahora al hospital, te atienden y si los doctores consideran que no hay ningún riesgo, el día de la graduación tú vas a estar con nosotros. Te lo prometo". Expresa en el testimonio que en el hospital la trataron muy bien y empezó a recuperarse y todos los días venían por la mañana y por la tarde a preguntarle de parte de Fidel cómo se sentía y narró:
"El día de la graduación me subió el helicóptero hacia el Turquino e hice el traslado con los padres de Camilo Cienfuegos que fueron invitados. Al llegar al Pico, un campesino me entregó una tarjetita y me dijo de parte del comandante, "que ahí está su turno para que vaya a peinarse a la peluquería". ¡Sólo a Fidel se le ocurre levantar en pleno monte una peluquería para arreglar a las graduadas!.
" Después de que me peinaron, el mismo campesino me llevó a donde estaba Fidel, quien me saludó muy efusivamente, llamó a Celia y le dijo: "por favor Celia, hazte cargo de la doctora y que la bajen en el helicóptero otra vez al hospital para que ahí se reúna con el resto del grupo". Durante todo el tiempo que duró el acto de graduación y almuerzo, Celia me inyectó dos veces y se hizo cargo de mí como una hermana o una madre muy cuidadosa. ¡Cómo no recordar a estas dos personas tan humanas!".
El escritor Ventura Carballido Pupo es también analista político y promotor cultural, ha escalado el Pico Turquino en 11 oportunidades, es delegado del Poder Popular del municipio de Holguín, vicepresidente Primero del Consejo Nacional de las Peñas Deportivas, fue Secretario del Frente de Salud Publica de los Comité de Defensa de la Revolución de la antigua Provincia de Oriente y Jefe de la Cruz Roja de ese territorio.
En una interesante conversación Carballido relató que en 2010 se percató que los Médicos del Turquino, por ley biológica, se estaban despidiendo y se llevaban las vivencias e historias fabulosas para sus tumbas y parecía que la Memoria Histórica con ellos iba a morir. Esa fue la razón que lo llevó a escribir este libro, logrando 88 contactos con igual cifra de graduados.
El investigador agradece al General de División José A. Carrillo Gómez, Jefe de la Dirección Política del MINFAR; que se interesó por esta singular obra y que fuera acogida por la Casa Editorial Verde Olivo.
Los lectores agradecerán a Carballido Pupo, al General Carrillo, a Verde Olivo y a todos los que colaboraron con este importante libro que rescata la memoria histórica de estos profesionales que enorgullecen al pueblo de Cuba.
Carballido Pupo ha recibido varios premios y condecoraciones, pero me atrevo a asegurar, que los aplausos recibido el 9 de agosto en el teatro del hospital Calixto García, será uno de los más importantes y que nunca podrá olvidar.
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