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al blog el 13 Mayo 2012
y Julio 2019
23 de Marzo de 1993, (escrito después de una
carta de Irene) ver en Familiar, Irene,
de, cartas. “ bien mis queridos hermanos/as cubanos ahora soy yo quien les
habla, Toto. No soy el Toto de hace dos
meses, porque he cambiado, he experimentado un shock cubano. El viaje y las
vivencias que ustedes me prodigaron me han hecho entender mucho más porque yo
amaba a Cuba. No traje solo el hermoso recuerdo de vuestros cálidos abrazos y
de vuestros rostros iluminados por el afecto. Traje también la convicción de
que uds ya ganaron, sí, han triunfado, nadie podrá con todo lo que lograron
hasta hoy y prepararon para el mañana.
Comienzo a entender claramente que resultado han dado esos “35 años de
Revolución”. Esa maravillosa juventud
que ví en las escuelas en Camagüey y Holguín, me impresionó con sus
inquietudes, su curiosidad, su alegría y su patriotismo revolucionario. Ver a
los del pre cantando La Bayamesa y ver a esas muchachas y varones con las
mejillas empapadas por lágrimas de fervor, me hace decir hoy en mi patria, que
el futuro ya es de ustedes, porque esos chicos son vuestro futuro de promisión.
No traje solamente el pañuelo rojo que un pionero me colocó al cuello, en mi
corazón, anudado a él, me traje a los ancianos, a los preuniversitarios, a los
pioneritos y en un círculo infantil de Guanabacoa alcé y besé a Rolandito, hijo
del Héroe asesinado, de Rolando Pérez Quintosa, quien en esa Casa-Museo que
visitamos acompañados por su mamá, su papá y su hermana y según reza en la
tarja que luce el frente “VIVIO Y AMO EN ESTA CASA”. En la casa que el pueblo, su pueblo,
construyó en 34 frenéticos y dolorosos días, sentados todos los argentinos, que
eramos 18 alrededor de Don Manuel y Juana, pudimos acongojarnos con el relato
de la tragedia relatado por el padre.
Luego la despedida y sobre el micro “TANGOMÓVIL” le cantamos el
cumpleaños feliz a la hermana de Rolando.
María Cristina Labrada, viuda de Rolando, mis respetos para vos y
lamento no haberte podido conocer. Desde
los preparativos primeros, cuando rotulábamos las cajas que muchas personas
desconocidas trajeron para donar a Cuba, gracias a esa larga trinchera de ideas
que cavó el Arquitecto Rodolfo Livingston con su libro “Cuba Existe es
Socialista y No está en Coma”. Esos
miles de kilos que llegaron a destino, en la sierra de Cubitas, donde me dí el
gusto de enrojecerme los pies y la ropa con tierra del “tunel” que ayudé
(mínima y simbólicamente) a cavar frente al lugar donde nos alojábamos. Y día a día la emoción de los encuentros con
los que nos habían escrito, la tristeza e impotencia de saber que a muchos, no
los ibamos a ver por el problema del transporte. Fue recibir más obsequios que los que
llevábamos para ellos y no poder conocer sus casas una por una. Y pelear con mi
mujer, esa mujerl que luchó hora a hora para que cada amigo recibiera un libro
del Arq. Livingston, un bolígrafo, un jabón, un detergente, ella todas las
noches con las listas en la mano, me exigía precisión en las direcciones,
rotular bolsas de regalos, corría a colocar telegramas para que en la próxima
ciudad nos encontráramos con nuestros hermanos epistolares. Todo esto entremezclado con visitas muy
emocionantes a hospitales, círculos, peñas de Tango, hogares, llevó a que Irene
se estresara realmente. Demasiadas
emociones y demasiada preocupación por parte de ella de cumplir con todos. Y cumplió, con lo que se había propuesto,
como una leona luchó hora tras hora con las cajas de ayuda, y cuando en una
escuela de pioneros le pusieron un micrófono en la mano y les habló a todos, a
los niños, y a ustedes todos los cubanos, me enamoré más aún de ella, porque
fue una cascada de amor que ella derramó. Y tan sincera era en lo que decía y
tan transformada estaba, que vestida, me pareció desnuda. Por mi parte,
arrastrado por manos, rostros, y voces que me llevaron de un lugar a otro, de
homenajes a actos de cultura, de Museos a casas particulares, de escuelas a
diarios, me emborraché de experiencias, de asombro, de amor y descuidé a mi
compañera que realmente necesitaba ayuda en la preparación de obsequios y
telegramas, es realmente culpa mía que Irene todavía sienta un agobio hoy día,
por todo lo que hizo sola. Me demoré
además en el carteado, involuntariamente al sumarse responsabilidades que antes
no tenía, como el caso de las donaciones para Cuba. Por seguridad debemos revisar cada caja,
acondicionarlas bien, detallarlas, inventariar, atar, etiquetar. (Irene, hasta
higieniza y repara ciertas cosas). El
Viernes pasado fuimos al aeropuerto de Ezeiza y fueron 2.475 kilogramos de
amor, que se despacharon para Camagüey. Todos los días sin excepción telefonean
perfectos desconocidos que han leído el libro de Livingston y quieren adherir a
la cruzada de amor por Cuba. Fíjense ustedes lo que producen “ustedes y nadie
más que ustedes” con todo el ejemplo que dan al mundo. Gracias a Cuba voy
conociendo a excelentes argentinos y he ganado nuevas y valiosas
amistades. Juanita Vega, vecina mía, es
al igual que Irene una luchadora incansable, ella sola ató 90 cajas y las
rotuló, era graciosísimo verla a horcajadas de las cajas vestida con un short y
piolín en mano atar esas cajas. Toda la
familia de Juanita ayudó en todo, el esposo fue a Ezeiza ydescargó cajas junto
a Axel Makaroff y un amigo de Axel también. Estoy actualmente confeccionando
listados de argentinos, que se han agregado al Chaubloqueo para que los cubanos
les escriban. Muchos argentinos me llaman ahora para decirme que
permanentemente reciben cartas. ¡Qué satisfacción! Lo estamos logrando, ahora la
propaganda capitalista tiene un opositor en cada casa de un miembro del
Chaubloqueo. ¡Qué feliz me sentí allá,
entre uds, mis hermanos, cuanto les debo, sentí en 20 días lo que normalmente
se siente en tres años! Borrachera de
amor. ¡Cuánto respeto les tengo! Son todos unos titanes. Cada uno en su tarea,
responsables, eficientes. Cada vez que tengo que contarle a un argentino el
viaje y las experiencias, vuelvo a sentir vuestra dulzura y la nostalgia me
hace humedecer los ojos. Perdonen los
erroes, los atrasos, mis olvidos, los quiero a todos, mis revolucionarios y
Fidelistas hermanos. Me sentí tan agasajado y querido, nunca podré devolver
todo lo que recibí. Quisiera abrazarlos
nuevamente en este momento que escribo.
Duelen las noticias, el temporal, las pérdidas, los sufrimientos
agregados, la lejanía. ¡Como ayudar
más!. Hace 10 minutos llamó Rodolfo
Livingston, mañana en un espacio radial que le dieron apelará a la buena
voluntad de los oyentes y veremos si podemos enviar leche y carne en lata. Horvarth,
periodista de Radio Splendid también habló conmigo y le pedí ayuda. Esta noche
solicitará colaboración. Irene ya se puso en movimiento con Juanita, con Nora,
con Ana Grinfeld, con los de la Asociación José Martí. Estamos junto a uds en
vuestro dolor por las pérdidas, ojalá sirva nuestra ayuda y apoyo. Las
elecciones en vuestra patria fueron un mazazo en la boca de los argentinos
malintencionados, viva ese pueblo lúcido que se mantiene unido detrás de una
única meta, ser cada día más y mejor.
Los beso y abrazo a uno por uno , pero a todos, eh, a todos... un
hermano vuestro. Toto. Hasta la Victoria Siempre. Cuba és y será un
eterno Baraguá. Los amo. Toto.
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