SUBIDO AL BLOG
EL 13 de Mayo de 2012
Primera carta general
que escribí para responder a las 122 cartas que me llegaron desde Cuba por la
donación de sangre.
Buenos Aires. 4 de Marzo 1992. República Argentina.
QUERIDOS HERMANOS
CUBANOS: Orosmán, Rafael, Yuri y
Rolando.
Me llamo Eladio
González y tengo la enorme dicha de haber recibido 122 (ciento veintidós)
cartas que me dejan perplejo. No tengo
la MENOR DUDA DE QUE SON USTEDES LOS QUE ESCRIBEN, PORQUE RECONOZCO VUESTRO
INQUEBRANTABLE ESPIRITU DE SACRIFICIO POR ESA PATRIA MARAVILLOSA, QUE ES
EJEMPLO EN EL PLANETA TIERRA, pero ¿ porqué
Las letras son
diferentes?. Porqué el cambio de edades y de sexos? ¿Porqué están ustedes en todos los sitios de
CUBA? USTEDES, MIS MARTIRES, ¿no son ya
otras personas? . Desde Santiago de Cuba, Bayamo, Holguín, Las Tunas, Camagüey,
Ciego de Avila, Sancti Spiritus, Santa Clara, Cienfuegos, Matanzas, Pinar del
Río y La Habana, ¡ me dicen hermano! , me envían y piden fotos. Con mi mujer, que es la que me impulsó a viajar
a CUBA, Irene, nos turnábamos ayer en abrir y leer entrecortadamente y regando
con incontenibles lágrimas una carta ella, otra carta yo. Tanta energía, patriotismo, madurez en cada
frase nos colmó, créase o nó, la capacidad de recibir afecto, tanto fue el amor
que nos mandaron en cada misiva. Con
intervalos manejados por estas sensaciones, fuimos bebiendo en ésos cálices de
papel CUBANO, el mejor de los elixires, LA AMISTAD, LA FRATERNIDAD, EL RESPETO,
EL AGRADECIMIENTO, LA GENEROSIDAD DESINTERESADA, Y LA CELERIDAD EN LOS REFLEJOS
PATRIOTICOS. Tengo 49 años cumplidos el
10 de Enero de 1992 y la última noche de año nuevo la celebré bailando sobre
vuestro suelo al que admiro. Esta fue
nuestra segunda visita a Cuba, mi mujer Irene y mis dos hijos menores, Damián
Rafael (14) y Manuel Emiliano (12) fueron testigos y partícipes de cómo son ustedes, como
reciben al extranjero, como abren las puertas de sus hogares y de sus
corazones, como comparten su pan (a pesar del período especial) su cerveza y
sus mojitos. Y fue hablar con cientos de
cubanos en esas calles, entrar en muchas casas (de puertas abiertas y fotos del
Che Guevara colgadas en el living) y fue ir al Palacio de los Matrimonios (por
curioso) y colarme a la ceremonia y oir emocionado, dar el SI a ella (de
Alamar) y a él (de Guanabacoa) é incrédulo verme arrastrado a la fiesta en la
Habana Vieja y allí recibir mi primer CAKE y bailar con la novia. Otro día, ver otra “NOVIA CUBANA DE LA DANZA”
Alicia Alonso, levitar sobre el escenario del Teatro Federico García Lorca. Otro
día charlar con el empleado del depósito de restos mortuorios en el Cementerio
de Colón, (charlamos sobre Guillén, al que admiro). Luego el bautismo de Carolina, hija de
PICALLO, Rodolfo Díaz, plástico, dibujante, amigo nuestro del Vedado, cuyo papá
que veníamos a conocer, no esperó el regalo que le traíamos de Argentina y se
murió. Es caminar y comprar “de usado” y
en cualquier acera “La Historia me absolverá” a un viejo vendedor de libros
(porque adoro las cosas con uso, que otro tocó, ó leyó, tal vez por eso trabajo
con antigüedades a las que amo). Y busqué y no encontré los longplay de Nicolás
Guillén (usados por supuesto) y tuve que comprar para mi ahijada de Argentina
los cuentos infantiles de José Martí (EN INGLES) porque ya va mi segunda visita
y me dicen que no lo tienen en CASTELLANO.
Viejo, arreglen eso. Mi almanaque
MARTIANO 1992 (que me lo traje) preside nuestra cocina-comedor que es donde se
desarrolla la mayor actividad familiar en mi hogar. Ultimo día, Hospital Naval, un taxista que no
olvido, hematología, corredor, puerta, sala, padre gigantesco don Manuel Pérez,
mi carta (inconscientemente dictada por ustedes y por Don Manuel sufriendo a mi
lado). Regreso al hotel, mi mujer me premia con besos, yo la premio contándole
lo que ví y sentí. Beso el suelo de mi
segunda patria antes de ascender al avión.
Mi patria me recibe. Pasada la noche y por teléfono me despierta la Cuba
que despedí ayer. De Radio Rebelde preguntan
¿Por qué?
Lo hice por un ser
humano, por un mártir, por un compañero combatiente, por todo el amor que me
dio Cuba hasta ése día. Por el tremendo
respeto que tengo por esa Revolución de lozanos y palpitantes 34 años. Por Norberto León Sanchez, por el escultor
Arango, por el chofer Rodríguez Valdez que se casó con María Eugenia, por
Ricardo Reyes Hernández y su esposa de Trinidad, por los guías de Turismo, por
el escultor David Rosales Rosales (iluminado autor de las esculturas de Camilo
y el Ché que “VIVEN” en el Museo de la Revolución) por Charito su esposa, por
los hijos de ambos Davicito y Danielito, por Raul Brizuela Quintanilla y su
señora de Guiteras, por Alberto Elias músico de Torriente, por Virgilio Animas
que me pagó la guagua, por la Dra. Rebeca del Vedado, por Antonia Entenza (yoruba)
por el Actor Enrique Molina, por Ramiro Calas, Helia, Alina, Ernesto, Nadia,
Ramirito, Rodolfo, Wandy, Carolina, el sacerdote que la bautizó y el perro
Toki. Por Gualberto con su Santa Barbara
y su (no tan santa) Alina, por Edemi, por el misterioso Dayso de Varadero, los
músicos del Grupo Generis, empleados del Siboney, los guardavidas y el señor de
la librería Hanoi, todos de Varadero, mas esa mulata que pasó rompiendo
corazones sobre la carroza en el Carnaval. Por Regla y Adriana de Turismo, por
el sonidista del Grupo Teatro Infantil en La Habana y su papá el médico, por
Maceo, por Martí, por Fidel, por Guillén, por Cuba, por mi mujer, mis 5 hijos,
mis dos nietos, mis padres, por el pueblo argentino, por mi desaparecido amigo
Héctor Rivera (asesinado por la dictadura de 1976) y a renglón seguido:
“por todos los
jineteros que rechacé en La Habana” y a los que expliqué en su momento que
aunque me beneficiara 20 a 1 ó mil a uno yo no cambiaba en mercado negro por……
ese hombre que vive
en vuestros hogares y vuestros corazones,
ERNESTO CHE
GUEVARA (argentino como yo).
Aclaración: en idioma
indígena argentino “quechua” CHE
significa “Mi”.
“
Hasta la victoria
siempre ” Chau.
Como si San Martín la
mano pura, a Martí familiar tendido hubiera, como si el Plata vegetal viniera ,
con el Cauto a juntar agua y ternura, así Guevara el gaucho de voz dura, brindó
a Fidel su sangre guerrillera, y su ancha mano fue más compañera, cuando fue
nuestra noche más oscura. Huyó la
muerte, de su sombra impura, del puñal, del veneno de la fiera, solo el
recuerdo bárbaro perdura. Hecha de dos
un alma brilla entera, como si San Martín la mano pura a Martí familiar tendido
hubiera.
Nicolás Guillén 1958
Buenos Aires
No hay comentarios:
Publicar un comentario