Mentiras
y más mentiras.
Por Arthur
González*/Martianos-Hermes-Cubainformación.-
Los Estados Unidos, campeones en formular mentiras, intentan una vez más acusar
a Cuba emplear “ataques acústicos” contra algunos diplomáticos de su embajada
en La Habana, en parte, con el objetivo de enturbiar las endebles relaciones
entre ambos gobiernos.
Ese invento es algo difícil de creer pues solo
“enfermaron” algunos funcionarios, y no por casualidad eran oficiales de la CIA
enmascarados como diplomáticos, según informaciones publicadas por la prensa
extranjera.
Esos mismos “afectados” hasta su salida de La Habana
llevaban una vida normal, disfrutaban de la tranquilidad de la ciudad, sus
bares y centros recreativos, sin mostrar un solo síntoma de enfermedad, las que
evidentemente fueron inventadas entre la CIA y el Departamento de Estado.
Muchas versiones se han escrito referente a “dolencias
neurológicas”, ninguna probadas científicamente, porque buscan afectar la
entrada de turistas a la Isla, lo que se corroboró al presionar al gobierno de
Canadá para que repitiera la misma versión, teniendo encima de la mesa, como
objeto de chantaje, la firma del Tratado de Libre Comercio.
El pasado 19 de septiembre 2019, Canadá salió a la
palestra con otra versión, que, si bien no acusa a Cuba del supuesto ataque
sónico, sí apunta contra el sistema de salud cubano, al versionar que las
inventadas enfermedades neurológicas “parecen
estar vinculadas a una toxina usada por el Ministerio de Salud cubano, en
agentes neurotóxicos empleados en la fumigación contra los mosquitos y no a
supuestos ataques sónicos”.
De acuerdo con la información divulgada, dicho estudio
fue encargado a un equipo de investigadores multidisciplinarios en Halifax,
afiliados al Brain Repair
Centre, la Universidad de Dalhousie y la Autoridad Sanitaria de
Nueva Escocia.
Los síntomas que dijeron padecer los “afectados”
canadienses al llegar a su país, fueron dolores de cabeza, mareos, náuseas y
dificultad para concentrarse. También hubo quienes aseguraron haber escuchado
un “zumbido o sonidos agudos”, pero contradictoriamente mientras estuvieron en La
Habana los yanquis y los canadienses, ninguno acudió a un médico, ni dejaron de
trabajar y menos pasear por Cuba, lo que evidencia una conspiración premeditada
para hacerle creer al mundo que la Isla no es un lugar seguro.
La nueva invención, lejos de suavizar el tema lo
recrudece, porque la fumigación contra el vector del Dengue y el Zica se
realiza en todo el territorio nacional y con especial atención en los polos
turísticos, lo que pudiera aterrorizar principalmente a los turistas de Canadá,
por ser el mayor emisor de los que llegan a Cuba.
Llama poderosamente la atención que esa noticia se
divulgue dos meses antes del comienzo de la temporada alta, en la cual visitan
a Cuba los canadienses, además del recrudecimiento de la guerra económica,
comercial y financiera de Estados Unidos, donde sus funcionarios han declarado
que “se trabaja para cortar todas las entradas de dinero a Cuba”.
Para no dejar morir la noticia que lleva ya dos años en
curso, los investigadores canadienses afirman “que identificaron una región dañada del cerebro que es
responsable de la memoria, la concentración, y el ciclo de sueño y vigilia,
entre otras cosas”, y luego dicen “haber observado cómo esa región podría
llegar a lesionarse”.
Por tanto, el pánico que pretenden sembrar entre los
potenciales turistas canadienses es demasiado evidente.
Contrario a esa nueva hipótesis, los cubanos siguen su
vida sin ninguna dificultad y resisten las sanciones de Estados Unidos.
Lo que no dicen los yanquis es que ellos son los que
emplean tales métodos criminales nazis contra su propia población, como quedó
demostrado en la investigación realizada en 1977, por el Comité Selecto de
Inteligencia del Senado, más los Comités de Salud e Investigación Científica y
de Recursos Humanos, quienes obligaron a la CIA a declarar sobre su plan
secreto conocido como Proyecto
MK Ultra.
MK Ultra era
programa ilegal de la CIA (desde 1953 hasta 1973), para experimentar con seres
humanos, con el fin de controlar la mente. Para ello, administraron drogas a
miles de personas en Estados Unidos y Canadá, sin su consentimiento.
Dicho programa secreto fue dirigido por una fuerza de
acción conjunta de la CIA y la Inteligencia británica.
La CIA patrocinó, a través de hospitales y universidades,
experimentos para aplicar la privación sensorial, el abuso psicológico y
sexual, según informaciones publicadas por la revista News Week.
Cuba jamás ha ejecutado ese tipo de actos criminales, y
la salud humana es una condición priorizada en sus planes estatales.
Estados Unidos no tiene límites en acciones como las
descritas en el programa MK
Ultra, financiado por las fundaciones Ford y Rockefeller, donde
realizaron experimentos de propaganda, lavado de cerebros, relaciones públicas,
campañas publicitarias, hipnosis y otras formas de sugestión.
Dentro de sus propósitos con dicho programa, estuvieron
la disolución de los movimientos de disidencia interna, los estudiantes, las
minorías étnicas y otros grupos progresistas luchadores por los derechos
civiles de Estados Unidos, con el objetivo de modificar la conducta de esas
multitudes.
El mundo no es el mismo de aquellos años y ya no pueden
engañar a las masas, la verdad siempre sale a flote y la ciencia no puede
manipularse a su antojo.
Al final, con los cubanos han mordido el polvo de la
derrota porque sus fábulas no los amedrentan y el pueblo goza de tremenda
salud.
Por esa razón dijo José Martí:
*Arthur González, cubano, especialista en
relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.
.-.-.-.-.-.-.-.
Ver:
No hay comentarios:
Publicar un comentario