- Diego Armando Maradona 28 de noviembre de 2020
Homenaje al cebollita
El pensamiento político de Maradona
Nadie discute a Diego como jugador. El “pero” aparece con la política. No necesitaba abrazarse con Fidel o con Cristina o Chávez, para ser el ídolo más grande del fútbol mundial, lo que quiere decir el ídolo más grande en todo sentido. Pero lo hacía porque lo sentía y porque era su lenguaje de la política. Por Luis Bruschtein
Nadie discute a Diego como jugador. El “pero” aparece con la política. En su carta, el presidente de Francia, Emmanuel Macrón incluyó un párrafo para dejar en claro que las visitas del Diez a Cuba para ver a Fidel y a Venezuela para encontrarse con Chávez, le parecen “una derrota”. Esas posiciones de Diego, al igual que su abierta simpatía con Néstor y Cristina Kirchner sacaban de quicio a la derecha.
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Ricardo Montaner, que hizo su carrera en Venezuela, publicó un mensaje de duelo por la muerte de Maradona. Y la oposición venezolana, con la que simpatiza, se le fue encima. El fútbol no es de izquierda ni de derecha, es el deporte de masas de la época. Maradona llevó el juego a su máximo nivel de habilidad y belleza. Se lo disfrutó sin ideología mediante.
Un espectáculo de tanta masividad como el fútbol significa un enorme negocio y sus protagonistas tienen que ajustarse a las exigencias del mercado donde el jugador se convierte en una mercancía que tiene un valor según varios parámetros. Maradona brilló en el indicador principal, que es el juego. Y brilló tanto, que en todos los demás fue lo opuesto a lo que exigía el negocio: Fue un crítico implacable de la burocracia que dirige el fútbol mundial y se enroló en las causas populares, tan antagónicas con el mundo de los grandes negocios.
La derecha no puede dejar de disfrutar el juego de Maradona, pero lo reconoce a regañadientes. En Argentina, la mayoría de los mensajes de sentimiento y dolor por su muerte provino de los dirigentes de fuerzas populares, desde el peronismo y el kirchnerismo, hasta sectores progresistas y de izquierda.
La poca reacción que se verificó en los agrupamientos que forman Juntos por el Cambio ante la muerte del argentino más famoso en el planeta fue sintomática. Pocos se animaron a decir en voz alta lo que piensan en realidad de Maradona.
Para ocultar ese silencio, muchos prefirieron criticar el velorio masivo, porque se realizó en plena pandemia, o por los desmanes que se produjeron cuando el velorio se cortó cuando la mayoría no había logrado pasar frente al féretro que estaba en la Casa de Gobierno.
Con relación a su libro “Comediantes y mártires”, el pensador mimado por el macrismo, Juan José Sebreli, ha dicho que Maradona es otro de los mitos “deleznables” de la Argentina. El libro trata de destronar mitos argentinos como los de Maradona, Evita, Gardel y el Che.
Al marcar las diferencias entre los cuatro personajes explicó que mientras Carlos Gardel era conservador; Evita, populista; y el Che Guevara, comunista; "Maradona es un oportunista, que no tiene una ideología concreta". Una circunstancia que "el populismo -dijo Sebreli en una entrevista que difundió la agencia española EFE- no tiene en cuenta, al absorber a todos como si fueran una familia y lucharan por una misma causa, la de la nación".
Los mitos son construcciones de la cultura popular a la que Sebreli cuestiona. Pero esa mirada sobre Maradona resulta más honesta que el silencio de gran parte de la dirigencia política que lo admira y se referencia con ese pensamiento.
Es cierto que aquello que Sebreli llama populismo, que vendría a ser el peronismo, los toma y celebra a Gardel, Evita, el Che y Maradona, pero lo hace después que el pueblo los genera y se los apropia como rasgo de identidad frente a otros paradigmas culturales que trata de imponerle el sistema.
Las posiciones políticas de Maradona siempre fueron provocadoras y trataba de hacer el mayor ruido posible porque sabía cómo funcionaba esa maquinaria mediática. Generó mucha bronca que el máximo astro del deporte más popular se abrazara con Fidel, Chávez o Néstor y Cristina. Fue desestructurante para el sistema, porque era famoso y millonario y se desmandaba hacia las causas populares.
Y también es cierto que no tenía un discurso clásico de izquierda o nacional y popular. Era su intuición popular la que hablaba por él. Hablaba con la inteligencia de un trabajador que va por la calle y alguien le pregunta y va a contestar desde su experiencia y no desde los libros y la lectura.
Todas sus respuestas sobre política hacen referencia a algún momento de su vida, sobre todo a su infancia pobre y marginada en Villa Fiorito. Era millonario, se fue a vivir a Barrio Parque y alguien lo denunció por las fiestas que hacía. Compró un camión con acoplado y lo estacionó ocupando media cuadra. “Yo puedo decir cómo hice la plata –afirmó-- si alguno de los que viven acá también lo dice, saco el camión”.
“Guarango” habrá pensado la señora que lo denunció o “cosa de cabecita”. Maradona estaba seguro que sus vecinos pensaban eso y en vez de tratar de convencerlos de lo contrario, les subió la apuesta.
En una de sus conversaciones con Fidel, Maradona le confiesa que su vida es jugar al fútbol y que no sabe qué hará cuando tenga que dejarlo. Fidel, que vivía la política con la misma pasión que Maradona el fútbol le dijo, medio en broma, medio en serio: “dedícate a la política, tú eres un luchador de buenas causas”.
Diego esquivó la respuesta con una sonrisa y un meneo de cabeza. Después contó esa anécdota y reconoció: “la política no me gusta”. Era un jugador de fútbol de alma. Y la política no le gustaba. El oportunista siempre está con el poder. Las preferencias de Diego, por el contrario, estaban más cerca de los más necesitados, lo que lleva a posturas enfrentadas al poder que genera la pobreza. No son las posiciones cómodas que eligen los oportunistas.
Esa referencia a sus orígenes en Fiorito se reitera en sus respuestas: “la época que fui más libre fue cuando vivía en la villa”. Es el combustible interno que no se apaga. Y que alimenta sus acciones políticas. Sus argumentos provienen de ese origen que vivió con intensidad, como vivió todo Maradona.
No necesitaba abrazarse con Fidel o con Cristina o Chávez, para ser el ídolo más grande del fútbol mundial, lo que quiere decir el ídolo más grande en todo sentido. Pero lo hacía porque lo sentía y porque era su lenguaje de la política. El pensamiento político de Diego no se expresaba en un discurso tradicional, ni se apoyaba en un dogma o en consignas hechas. La mayoría de las veces eran gestos emotivos, un abrazo, un beso, o decir que Fidel era su segundo padre y Chávez su amigo y maestro o besar el busto de Néstor cuando entraba a la Rosada.
No se puede jugar como lo hacía Maradona sin ser inteligente. Había más que habilidad para anticipar la jugada contraria, generar la luz para hacer o recibir el pase, para abrir la cancha. El Diego hablaba como Perón, con esos dichos populares como “se le escapó la tortuga” o “le toman la leche al gato”, “si lo veo en el desierto, le tiro una anchoa”, “creéme que me cortaron las piernas”, “la pelota no se mancha” y muchas otras. Cuando no lo dejaron entrar a Japón, les dijo: “no me dejan entrar porque consumí droga, pero se abrazan con los gringos que les tiraron dos bombas atómicas”.
En su contexto, algunas de esas frases fueron comentarios políticos. Maradona tenía una inteligencia vivaz para comunicarse. Fue lo suficientemente agudo para darse cuenta que si elegía una carrera política, como legislador, candidato o funcionario, hubiera achicado el efecto de sus intervenciones. Nadie como él tenía claro el lugar tan alto y tan difícil que había llegado a ocupar para disfrutar y sufrir.
Alguna vez dijo que él y su familia eran peronistas, lo que tiene un sentido en la Argentina. Pero no es tan claro para el artista popular que pintó su imagen en las ruinas de una ciudad bombardeada en Siria, o para los tifozzi napolitanos que lo lloraron con tanta tristeza como en Argentina.
La fama de Maradona es mundial y él construyó una imagen para que se pueda usar en cualquier parte del mundo para apoyar la lucha contra la pobreza y las injusticias. Esa imagen es otro de sus legados en homenaje al cebollita de Villa Fiorito.
Soledad Acuña estudió Ciencia Política en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, entre 1993 y 1997, luego de finalizar sus estudios secundarios en el colegio alemán de Bariloche, Instituto Primo Capraro. En noviembre de 1995 la Corte Suprema de Justicia concede el pedido de extradición de Erich Priebke, solicitado por la justicia italiana, bajo la imputación de crímenes contra la humanidad por su responsabilidad en el asesinato de 335 civiles en las Fosas Ardeatinas, 250 acusados de pertenecer a organizaciones partisanas y 85 por su condición de judíos.
En noviembre de 1995 lxs compañerxs de estudios de Acuña fueron testigos del malestar evidenciado por la actual ministra de Educación porteña ante la detención de Priebke, a quien consideraba un educador ejemplar y una persona respetada por su familia y por la comunidad barilochense. Durante ese periodo universitario de grado, varios de sus compañeros recuerdan a uno de los estudiantes de la Licenciatura en Ciencia Política, el actual periodista Andrés Blumenkranz –nieto de sobrevivientes del holocausto– que catalogaba públicamente a Acuña como nazi por la defensa que hacía de Priebke. El capitán de las SS fue condenado a reclusión perpetua en Italia y falleció en prisión en Roma en 2013.
Sin verse compelido a explorar vínculo alguno, su entorno cambiemita buscó disociar el discurso discriminatorio y estigmatizante proferido contra lxs docentes por la actual ministra. En un itinerario paralelo, emplazado en la pretensión de la neutralidad aséptica, los conductores de Corea del Medio –sin memoria de su paso por el arduo ejercicio del periodismo de investigación– decidieron objetar el vínculo ideológico entre Acuña y Priebke y derivar la polémica hacia los nexos exclusivos del peronismo con el nazismo.
Cada vez que aparece en el debate político la problemática del fascismo o el nazismo, la derecha, sin ruborizarse, estable conexiones unívocas entre el peronismo, Mussolini y Hitler. La realidad histórica no parece coincidir con estas atribuciones automáticas. En Argentina, el único oficial de las SS elegido por un partido político como candidato a un cargo representativo surgió de la Unión Cívica Radical cordobesa. En 1963 el jefe del Estado Mayor de Himmler, el general de las SS Ludolf von Alvensleben, asumió como concejal en Villa María y un año después, el 22 de julio de ese 1964, se convirtió en el vicepresidente de ese cuerpo. Esas responsabilidades político-partidarias se desarrollaron en el mismo lapso temporal en el cual Interpol solicitaba su captura internacional bajo una decena de imputaciones que incluían –entre otros crímenes de lesa humanidad– el de ser el máximo responsable de las masacres de Resvin, Karolewo y Bydgoszcz, en las que se asesinó a 4247 judíos, 976 de ellos niñxs menores de 10 años. En forma paralela, durante ese mismo año 1964, se requirió desde la Unión Soviética su comparecencia por ser quien dirigió el aniquilamiento de la totalidad de lxs gitanxs y judíxs de Crimea.
Las diferentes causas nunca llegaron a sustanciarse debido a que se negó la extradición mientas duró la presidencia del referente cordobés del radicalismo Arturo Illia entre 1963 y 1966. El gobierno dictatorial de Juan Carlos Onganía le dio continuidad a la proscripción del peronismo y también denegó la extradición. Ni el radicalismo cordobés ni el Partido militar se vieron sensibilizados ante las atrocidad cometidas por el jefe del Estado Mayor de Himmler. Ludolf von Alvensleben era conocido en Villa María como don Ludolfo y falleció en Santa Rosa de Calamuchita el 1º de abril de 1970. De su sepelio participaron varios de sus correligionarios radicales y un grupo de forasteros que dejaron una ofrenda floral con la inscripción “tus camaradas”. Estos últimos, antes de retirarse de la ceremonia de inhumación, hicieron el saludo nazi. Según un vecino de don Ludolfo, uno de los presentes en el funeral fue el capitán de las SS Erich Priebke, quien viajó desde Río Negro para despedir a uno de sus superiores. Priebke se hospedó a fines de marzo de 1970 en el Hotel Viena de Santa Rosa de Calamuchita. Los hijos y nietos del jefe del Estado Mayor de Himmler llamaban en forma cariñosa a su padre y abuelo como Bubi. Y uno de ellos, Constantino, justificaba el activismo de su padre dentro del radicalismo por el desprecio que sentía el entorno familiar de los von Alvensleben hacia el populacho peronista.
Canje de silencio por candidatura
En 2014 Mauricio Macri se lanzaba como candidato a presidente y su primo Jorge transitaba su primer periodo como intendente de Vicente López. El 12 de marzo de ese año se organizó desde la municipalidad una conferencia y exposición denominada “grandes mujeres de la humanidad”. Entre sus homenajeadas se incluía a la esposa de Adolf Hitler, Eva Braun. Presuroso, el entonces vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, mantuvo una reunión con Jorge Macri y se comprometió a maquillar la imagen de ambos dentro de la derecha de la colectividad judía, evitando que el escándalo de la conferencia sobre Eva Braun dañe las pretensiones de los primos lanzados de lleno a reconvertir su capital económico en poder político y votos. En aquella ocasión Wolff asumió la tarea de otorgarle un salvoconducto a cambio de su inserción legislativa.
Una de las organizadoras de la actividad de 2014 fue la entonces asesora en comunicación del municipio, Bettina von Alvensleben, que hoy se desempeña como directora de los Centros Barriales de la Juventud (CBJ) del municipio de Vicente López. Es la nieta de Bubi, don Ludolfo, el jefe del Estado Mayor de Himmler, de quien se siente orgullosa descendiente. De todas formas, la protección comprometida por Waldo Wolff le granjeó su lugar en la lista del PRO a las elecciones de 2015, por la que fue elegido diputado.
En febrero de 2017 el entonces Presidente Macri decretó como feriado movible el 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia. Soledad Acuña apoyó enfáticamente esa decisión pero colaboradoras que trabajaban con ella en el Ministerio de Educación de la Ciudad la vieron contrariada cuando el Presidente rectificó su decisión como producto del rechazo de las entidades de Derechos Humanos y las organizaciones populares. Es que el 24 de marzo no sólo es el aniversario del golpe genocida. También es la fecha en que Erich Priebke mató de un tiro en la nuca a las 335 víctimas masacradas en 1944. Uno de los asesinados se llamaba Ilario Canacci, tenía 17 años y soñaba con ser profesor, la profesión que la Ministra de Educación porteña desprecia. Descansa en la tumba número 308 de las Fosas Ardeatinas ubicadas en la Ciudad de Roma.
Dados estos antecedentes, aparece como previsible que alguien como Soledad Acuña se haya sentido mortificada por la extradición a Italia de Erich Priebke en 1995. Pero, frente a las evidencias históricas, resulta llamativo que quienes ostentan indudables antecedentes de simpatía con el racismo se ocupen impunemente en insistir en que el peronismo es de manera unívoca y exclusiva el formato local del fascismo. No hay nada más cercano a la concepción nazi que el desprecio a los trabajadores y a los sectores populares que gente como Acuña, en la intimidad, sigue nominando como choriplaneros, cabecitas, grasas o negrada.
Las ideas y la voz del gran líder que "incendió la historia" y llevó a su país Cuba a exhibir orgullosamente la menor mortalidad infantil de las tres Américas, superando a Canadá y a los Estados Unidos de Biden.
El bate de la HIGIENE y la revolucionaria cohesión popular cubana, fundamentales en la lucha contra el Covid. Demostrado en las 133 (ciento treinta y tres) muertes socialistas que han sufrido hasta hoy. En Puerto Rico ya murieron 1.090 (un mil noventa) pronorteamericanos. Cuba tiene once millones de habitantes, contra tres millones y medio de Puerto Rico. Con mas del triple de habitantes que el "estado asociado yanqui", la admirable, atacada, perseguida, odiada e invisibilizada isla fidelista, tiene SIETE veces MENOS muertes que los que ¿viven? a la sombra del Tío Trump. Para revolcarse de la risa sino fueran "dos alas de un mismo pájaro". Extraña ave que luce una estrella solitaria en un ala. En su otra ala cincuenta estrellas que dificultan un "vuelo popular". Eladio González Rodríguez (toto) director fundador del primer museo suramericano Ernesto Che Guevara de Buenos Aires. museocheguevaraargentina.blogspot.com face- Eladio González - mail museocheguevara@fibertel.com.ar
Brigadas médicas cubanas que merecen el Premio Nóbel de la Paz desde hace años por su internacionalismo amoroso, sin igual.
El doctor argentino y comandante cubano Ernesto Che Guevara omnipresente en Cuba y archivado en su país de nacimiento Argentina. La falta de cultura sociopolítica de los argentinos los lleva a desechar la oportunidad de aprovechar el gigantesco ejemplo ético y amoroso del hombre que dió su joven vida en pro de la de los desposeídos de otro país. Un gran porcentaje de políticos argentinos son activos cómplices de su "desaparición".
Marroquies genocidas de Saharohuies.
Argentina murieron 38.322 (treinta y ocho mil trescientos veintidos)
Cuba murieron 133 (ciento treinta y tres)
Bélgica murieron 16.461 (dieciseis mil cuatrocientos sesenta y uno) tiene los mismos habitantes que Cuba.
Puerto Rico yanqui - con tres millones y medio de habitantes tiene ya
1.090 (un mil noventa muertos.)
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