UN PASO UTIL; y en sí, reconoce desde uno de los merecimientos más altos del mundo, que la desigualdad social es de los problemas más apremiantes del siglo XXI. Lo esencial de estos tres Nobel dedicados a investigar '''el tema de la desigualdad social en su multifacetica terrebilidad''', está en la búsqueda URGENTISIMA de métodos clásicos y experimentales que permitan prolongar la existencia del régimen del capital; CAUSA SUI de todas las desgracias y desigualdades que gravitan sobre las 9/10 partes de la población mundial, sujuzgada, esquilmada y discriminada por una minoría opulenta, parasitaria y fascista que frena el cambio hacia nuevas formas de producción donde se mejore la calidad de la vida en todos los órdenes, de las grandes mayorías olvidades, incluso en el primer mundo, en que todavía los derechos humanos y garantías de justicia social, no se resuelven como pudiera ser.
Mientras el insaciable y depredador sistema capitalista siga esquilmando globalmente al mundo, lidereado por EUA, esta la feliz iniciativa de Premios Nobel de Economía "en rescate de los pobres", será como una oración en el desierto del Sahara, pidiéndole a Alah que Marruecos reconozca la soberanía plena del pueblo saharauita sobre 'su tierra', por obra y gracia de Su Majestad el Rey.
Mi inolvidable amigo Alfredo Guerra, que en paz descanse, me hubiera dicho:
"__Algo es algo; del lobo un pelo; eso un reconocimiento tácito de que el problema existe, y es muy grave".
Y es verdad: "del lobo, un pelo". `*Panta*
El enfoque tradicional y el enfoque experimental: entendiendo el Premio Nobel
By Humberto Herrera Carlés on Nov 17, 2019 06:38 pm
Marcos Vera Hernández
Como seguro que ya saben, la Academia Sueca de las Ciencias le ha
otorgado el premio del 2019 en Economía en memoria de Alfred Nobel, a
los profesores Abhijit Banerjee, Esther Duflo, y Michael Kremer por su
enfoque experimental en la lucha contra la pobreza global. Mónica
Martínez-Bravo y Pedro Rey ya publicaron esta estupenda entrada en la
que resumen las múltiples contribuciones de los galardonados. En esta
entrada nos centramos en un aspecto muy específico: explicar lo que
significa el "experimental approach" utilizando algunas de las
contribuciones de los galardonados en la economía de la educación. El
objetivo de esta entrada es explicar en qué consiste el enfoque
experimental y, especialmente, enfatizar la revolución que ha supuesto
y que ha motivado la elección de los galardonados. Antes de continuar,
queremos aclarar que no pensamos ni que el enfoque experimental sea el
único bueno, ni que carezca de desventajas o retos, ni que se pueda ni
se deba aplicar siempre (dejamos estas cuestiones para una entrada
futura). Es más, su co-existencia con los enfoques no experimentales
con los que se retroalimenta, contribuye al avance del conocimiento.
La entrada se basa en nuestras contribuciones a la mesa redonda que
organizó la Asociación Española de Economía junto con Fundación Ramón
Areces, en la que también participó Mónica Martínez-Bravo, y cuyo
video completo se puede ver aquí.
Los galardonados, con diversos colaboradores, han evaluado muchos
programas de "último eslabón": no grandes políticas macroeconómicas ni
programas de crecimiento, sino aspectos más concretos relacionados con
cómo hacer efectiva la inversión en educación, salud, agricultura,
etc. Ejemplos de este tipo de políticas de "último eslabón" en
educación incluyen la provisión de desayunos gratis en los colegios y
de libros de texto a los alumnos o la contratación de profesores a
tiempo determinado.
Los galardonados no recibieron el Premio Nobel por haber realizado el
primer experimento de campo en Economía (ejemplos de experimentos de
campo en EEUU muy anteriores incluyen el conocido como el RAND Health
Insurance Experiment, los programas Perry Preschool Project y STAR
Project sobre desarrollo en la infancia, así como experimentos sobre
el impuesto negativo sobre la renta, entre otros). Tampoco les
otorgaron el Premio Nobel por haber realizado el primer experimento
económico en países en vías de desarrollo. En este vídeo, Michael
Kremer nos cuenta que sus comienzos en el mundo experimental coinciden
con Progresa, un programa de transferencias condicionales diseñado por
Santiago Levy cuando fue Ministro de Finanzas de México. Progresa fue
sujeto a una rigurosa evaluación aleatoria y ha tenido un gran impacto
tanto académico como en política económica. A los galardonados les
dieron el Premio Nobel por su "enfoque experimental" en la lucha
contra la pobreza.
Para entender en qué consiste el "enfoque experimental," conviene
describir primero el enfoque tradicional en la evaluación de políticas
públicas en países en vías de desarrollo. Usualmente, un gobierno
diseña e implementa un programa del tipo de "último eslabón." Un
académico descubre dicho programa, quizás a posteriori, y recurre a
encuestas de hogares que se recogen rutinariamente (e
independientemente del programa que se está evaluando) y a métodos
cuasi-experimentales para evaluar el programa.
Este enfoque tradicional tiene ciertas trabas: nadie garantiza que las
encuestas de hogares que se recogen rutinariamente sean suficientes
para evaluar la política, pues es muy posible que las preguntas que
incluyen no abarquen todos los aspectos necesarios, que haya muy poco
solapamiento geográfico con las áreas geográficas donde se implemente
el programa, o que los años en los que se recoge la encuesta no
coincidan con el periodo de implementación de la política. Estos
problemas, que también tienen relevancia en los países ricos, son más
importantes para países en vías de desarrollo que no dedican tantos
recursos a la recogida rutinaria de datos.
El enfoque tradicional tiene otras trabas: estás evaluando desde fuera
y puede ser que se te perciba como una especie de auditor y que no se
comparta contigo toda la información necesaria. Además, nada garantiza
que las políticas que ha diseñado el gobierno sean las que más
necesitamos estudiar para avanzar nuestro conocimiento: a todos los
políticos les encanta cortar cintas e inaugurar escuelas. Pero la
traba que resulta más relevante para nuestra exposición es la que se
hace patente si, como resultado del estudio, aprendemos algo y surge
una nueva hipótesis de cómo hacer la inversión más efectiva. Pues, en
muchos casos, no nos queda otro remedio que esperar a que el gobierno
implemente otra política que incorpore estas lecciones, lo cual
posiblemente nunca ocurrirá. O quizás podamos encontrar una política
parecida en otro país, pero que tendrá distintas instituciones,
distintos datos, etc.
En el "enfoque experimental" por el que se ha otorgado el Premio Nobel
es un proceso experimental iterativo, en el que los investigadores
co-diseñan junto con los implementadores de programas (gobiernos,
multilaterales y ONGs) una serie de experimentos para evaluar
políticas de "último eslabón" de modo que las lecciones aprendidas de
un experimento se incorporan en el diseño del experimento siguiente. A
ser posible, recogiendo el mismo tipo de datos, de la misma manera, y
en lugares con instituciones iguales o similares a las de los
experimentos anteriores. Posiblemente, este proceso experimental
iterativo no es muy distinto de cómo realizan investigación los
economistas experimentales, si bien trabajan en el laboratorio y no
directamente sobre políticas públicas (aunque los resultados puedan
ser muy útiles para el diseño de dichas políticas).
El "enfoque experimental" tiene muchas otras ventajas. Para empezar,
la asignación de los potenciales beneficiarios al programa es
aleatoria, lo cual minimiza la posibilidad de sesgo en la estimación
del efecto del programa que se está evaluando. El método de diseño de
las políticas con los implementadores hace que te vean como compañero
de viaje, y sean muy abiertos contigo en los problemas que tienen en
el terreno, lo que ayudará a que surjan nuevas hipótesis que
favorecerán la investigación presente y futura. Pero para crear un
proceso iterativo que permita aprender de experimentos pasados e
incorporar las lecciones aprendidas en futuros experimentos resulta
fundamental que los investigadores jueguen un papel muy importante
como co-diseñadores de las políticas que se evalúan. Asimismo, el
enfoque experimental brinda a los investigadores una oportunidad única
de utilizar sus conocimientos de la literatura existente y su
capacidad de analizar la evidencia disponible identificar carencias o
necesidades relevantes y para diseñar y evaluar experimentalmente
programas que aspiren a abordarlas.
El enfoque experimental ha supuesto una revolución progresiva gracias
a la cual, desde los años noventa, se han aprendido varias lecciones
valiosas desde el punto de vista de lo que funciona y lo que no (y por
qué) en la lucha contra la pobreza. En el resto de esta entrada vamos
a ilustrar con algunos ejemplos puntuales enfocados en la educación
cómo ha sido este proceso.
El aprendizaje ha sido gradual y generalizar es complejo pero, una
tras otra, las aportaciones de los galardonados y sus colaboradores
han contribuido a rellenar el rompecabezas planteado por preguntas
cruciales como: ¿qué debemos que hacer para que los niños vayan a la
escuela? ¿Y para que aprendan algo una vez que están allí?
En los años noventa, Kremer y varios colaboradores hicieron una serie
de experimentos en Kenya diseñados para abordar algunas de las
carencias más evidentes del sistema educativo del país: la escasez de
recursos en las escuelas y al absentismo tanto de los estudiantes como
de los profesores.
En uno de los experimentos se suministraron desayunos gratis a los
niños de una muestra de escuelas escogidas aleatoriamente. El
absentismo escolar se redujo en estas escuelas (con respecto a las
escuelas del grupo de control en las que no se ofrecieron desayunos
gratis), pero esto no se tradujo en una mejora generalizada en el
aprendizaje de los niños medido mediante pruebas estandarizadas. Lo
mismo sucedió al utilizar ayudas visuales al aprendizaje como los
rotafolios o al desparasitar a los niños en las escuelas: se redujo el
absentismo estudiantil pero los resultados de los exámenes no
mejoraron en general.
Así pues, se lograron progresos en el ámbito de la reducción del
absentismo estudiantil, ¿pero qué había que hacer para que los niños
más vulnerables aprendiesen además de ir a la escuela? ¿Cómo mejorar
la calidad de la educación? Las experiencias en Kenya sugirieron que
únicamente aumentar los recursos no funcionaba, pero fueron muy útiles
porque ya arrojaron luz sobre cómo plantear intervenciones que quizás
sí podrían lograr que los niños aprendiesen más. Por ejemplo, ni la
provisión de libros de texto ni de desayunos gratis mejoraron el
aprendizaje infantil en general, pero sí el de los niños con mejores
resultados y de aquellos cuyos profesores estaban mejor formados antes
de la intervención, respectivamente. Quizás no había que descartar el
aumento de recursos para mejorar el aprendizaje de los niños más
vulnerables, pero desde luego había que hacer algo más. Aquí se ve el
proceso iterativo al que nos referíamos con anterioridad.
> Desde el inicio de los años 2000 Banerjee, Duflo, Kremer y varios
> colaboradores ahondaron en esta cuestión en varios países. A través de
> varios análisis experimentales, constataron que los programas
> focalizados en los estudiantes con peor desempeño a menudo (esto es,
> en distintos lugares y con diferentes implementadores) funcionan.
> Además, con el paso del tiempo el diseño de los experimentos y su
> integración con la teoría económica no han dejado de mejorar y hoy en
> día la mayoría de los diseños experimentales no solo aspiran a
> averiguar qué funciona y qué no sino por qué o a través de qué
> mecanismos los programas funcionan (o no). En concreto, varios
> trabajos de los galardonados han mostrado que un motivo importante por
> el cual las intervenciones educativas de tipo compensatorio (como las
> sesiones de refuerzo o la tecnología educativa que personaliza el
> contenido de acuerdo a los niveles de aprendizaje de los usuarios a
> menudo funcionan) es que la adecuación de la enseñanza al nivel de los
> estudiantes mejora su aprendizaje. También hay evidencia de que
> agrupar a los estudiantes en función de su nivel mejora el desempeño
> de los más retrasados (pese al cambio en su grupo de pares) porque
> ayuda a los profesores a ajustar su docencia al nivel del alumnado. En
> el ámbito de la gobernanza en las escuelas y los incentivos al
> profesorado, se ha mostrado que los maestros contratados localmente a
> tiempo determinado por las asociaciones de padres y maestros faltan
> menos a clase y mejoran más el aprendizaje infantil que los
> funcionarios contratados centralizadamente. Además, estos efectos
> beneficiosos se potencian cuando la gestión escolar recae más en las
> escuelas, se empodera a los padres y son las asociaciones de padres y
> maestros las que seleccionan, eligen, dan seguimiento a los profesores
> contratados, valoran su desempeño y, en última instancia, deciden
> sobre su continuidad.
>
> Estudios como los que hemos descrito han tejido una red de evidencia
> rigurosa cuyo impacto ha sido no solo académico. Gracias al esfuerzo
> de muchas personas y de instituciones como J-PAL, el Banco Mundial o
> el Banco Interamericano de Desarrollo, las lecciones aprendidas a
> través del enfoque experimental resultan muy accesibles y ya forman
> parte a menudo del diálogo con las organizaciones no gubernamentales,
> con los responsables del diseño de las políticas de muchos países en
> desarrollo y con la sociedad civil. Hoy en día, cualquier persona
> interesada en averiguar qué programas funcionan y dónde en el sector
> educativo o en otros puede consultar las lecciones aprendidas de las
> evaluaciones aleatorizadas lideradas por académicos afiliados a J-PAL
> en el sector educativo o en otros puede consultarlo en la base de
> datos y los resúmenes divulgativos disponibles en su web. Otro ejemplo
> de evidencia puesta al alcance de todos es el SkillsBank, un
> repositorio creado por el Banco Interamericano de desarrollo en el que
> se puede consultar la evidencia disponible sobre la eficacia relativa
> de las diferentes políticas para desarrollar habilidades a lo largo de
> la vida. Aunque casi resulte una obviedad, no podemos evitar subrayar
> que las ventajas del enfoque experimental no aplican única y
> exclusivamente a los países pobres. Ojalá un día nuestros políticos
> conviertan en rutina la evaluación de políticas públicas (y cuando sea
> posible y beneficioso siguiendo el enfoque experimental) a los
> programas destinados a mejorar nuestras vidas. En este documento sobre
> el anteproyecto de la Ley de Economía Sostenible, ya abogábamos al
> respecto.
>
> Marcos Vera Hernández es profesor (Reader) del Departamento de
> Economía de University College London, y Research Fellow del Institute
> for Fiscal Studies de Londres. Realizó el doctorado en la Universitat
> Autònoma de Barcelona (International Doctorate in Economic Analysis).
> Su investigación se centra en economía de la salud, tanto en países
> desarrollados como en países en desarrollo.
>
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