sábado, 7 de abril de 2018

ASESINATO DE LA JUSTICIA en Brasil ¿Un Golpe en el Golpe? por Stella Calloni periodista argentina museo Che Guevara Buenos Aires

BRASIL

EL ASESINATO DE LA JUSTICIA

¿UN GOLPE EN EL GOLPE?

Stella Calloni

 

 

¿Puede un Tribunal Superior Federal (TSF) en un país como Brasil funcionar y sesionar  como si nada hubiera sucedido, después que  al menos tres generales uno de ellos el jefe actual del Ejército  advirtieran públicamente que si el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva no iba preso, se verían "obligados" a dar un golpe militar?

 

Después de un intento de homicidio contra el ex presidente ocurrido la semana pasada en el estado de Paraná, el general Luiz Gonzaga Schroeder Lessa, dijo a la prensa en forma amenazante que el TSF induciría a la violencia en el país si Lula no iba preso y amenazó con un golpe de Estado. También el general, Paulo Chagas,  dijo que  "nuestro objetivo (Fuerzas Armadas) es evitar que se cambie la ley y que el jefe de una organización criminal, condenado a 12 años de prisión, circule libremente, pregonando el odio y la lucha de clases". Con una clara connotación de guerra fría.

 

Si algo faltaba pocas horas antes de que sesionara el STF el jefe del Ejército, general Eduardo Villas Boas, afirmó que su fuerza "comparte el anhelo de todos los ciudadanos de bien de repudiar a la impunidad". Más diplomáticamente , pero la amenaza es la misma.

 

Cualquier magistrado mínimamente decente o simplemente apegado a la ley debió negarse a estar sentado en un Tribunal, que ante tal amenaza había perdido toda su autoridad. Además en todo caso se trataba de una amenaza de un golpe, en un golpe que ya se ha dado.

El golpe de estado mediático, jurídico, parlamentario sucedió en agosto de 2016 cuando la presidenta Dilma Rousseff fue destituida por una conjunción de medios de comunicación con la red O Globo a la cabeza, una justicia manejada por jueces  que trabajan desde hace tiempo para  Estados Unidos como Sergio Moro, cumpliendo el papel  que les asignaron, un parlamento mayoritariamente corrupto, que destituyó sin pruebas a la mandataria  lo que resultó en un golpe de Estado.

 

En mayo de 2016 Rousseff había sido separada de su cargo, y asumió el vicepresidente Michel Temer, quien, sin que nadie interviniera, cambió el gabinete lo que no le correspondía  porque simplemente estaba reemplazando a la presidenta mientras durara el juicio. Sin embargo tomó medidas en forma ilegal todas en contra del pueblo y los trabajadores, pero más aún medidas que lesionaron gravemente la soberanía en Brasil,  comenzando por la entrega  de  los grandes yacimientos petroliferos (pre-sal) sacándolos del control de Petrobras. Esta empresa como todas las estatales fueron víctimas de espionaje, como los gobiernos de Lula y Dilma, lo que fue revelado en las denuncias documentadas del ex agente de la Seguridad  norteamericana Edward Snowden. 

 

El juez que persiguió a Dilma y Lula Sergio Moro es uno de los tantos jueces o empleados judiciales cooptados por Washington, que de hecho ahora mantiene una especie de Escuela de las Américas para policías y judiciales en El Salvador. La condena de Moro contra Lula es una monstruosidad jurídica, ya que –como en el caso Dilma-no existe ninguna prueba en la causa por la cual fue condenado, lo que lo convierte en un rehén político, no ya de Brasil, sino de Washington, favorecido por el ex informante del Comando Sur, el actual presidente Michel Temer.

 

El esquema estadounidense de infiltrar a las estructuras judiciales de América Latina, surgió como metodología de trabajo en los planes contrainsurgentes y estratégicos  para la región, en los  90, para aplicar en  los primeros años del siglo XXI. Se planteó entonces un nuevo modelo:  las "Democracias de Seguridad Nacional", en reemplazo de las dictaduras de Seguridad Nacional, que convirtieron en un cementerio a América Latina en el siglo XX.

 

La "democracia" planeada en encuentros en la sede del Comando Sur, no eran sino dictaduras encubiertas  para manejar los Conflictos de Baja Intensidad en el Siglo XXI. Dispersar el Comando Sur  de su sede en la Zona del Canal de Panamá mediante la instalación de bases y establecimientos militares dependiente del mismo en territorios estratégicos de América Latina, fue otra de las decisiones para acabar con la rebelión en el continente, golpear todo proyecto de integración  y controlar directamente al mejor estilo colonial la región.

 

En el caso del juez Sergio Moro, quien estudió Derecho en la Universidad regional de Maringá,  muy rápidamente entró en contacto con Estados Unidos  asistiendo a un  programa "especial"  para instrucción de abogados nada menos que en la Harvard Law School (Estados Unidos).

Además participó en el "Programa para Visitantes Internacionales" organizado en 2007 por el Departamento de Estado norteamericano, especializado en la prevención y el combate al lavado de dinero.  En ese curso realizó visitas a distintas agencias de  Estados Unidos, entre ellas las de inteligencia como la CIA y el FBI.

 

Ya Estados Unidos había previsto que para "controlar" la región, debía infiltrar las estructuras judiciales, además de apropiarse de la mayoría de los medios masivos de comunicación o al menos  controlarlos, mediante  sociedades multimillonarias. En el caso de los  parlamentos, el control se lograba mediante la cooptación ideológica de legisladores y la corrupción.   

El juez Moro fue también instruido  en el análisis de crímenes financieros, y en los delitos realizados por grupos criminales organizados y desde esos momentos  pasó a ser un hombre al servicio de Washington.

Es uno de los tantos magistrados   que trabajan conjuntamente con algunas de las Fundaciones estadounidenses, y sus Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que invadieron silenciosamente a América Latina desde los años 80 hasta la actualidad.

 

Como se conoció durante los gobiernos de Lula y Dilma, Brasil  estuvo sujeto a un espionaje  intenso por Estados Unidos y especialmente sus grandes empresas, sobre las que Washington había puesto la mira desde hace tiempo, lo cual permitió preparar la ofensiva necesaria en el momento necesario.

Esto es parte de la estrategia de las derechas del continente, que responden directamente a  los intereses imperiales de Estados Unidos y a su proyecto geoestratégico de recolonización continental. Se utilizan diversos y renovados mecanismos golpistas como hemos visto en los últimos años y especialmente en los casos de Honduras (2009), Paraguay (2012) y Brasil (2016) donde los golpes de Estado se concretaron, todos destinados a acabar con gobiernos auténticamente populares.

 

Otro método es el tema de las elecciones con fuerte injerencia de  Washington como fueron las celebradas en Argentina en 2015 para lo cual se gastaron unos 40 millones de dólares en la decisión estadounidense de  terminar con el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sometida a una brutal guerra psicológica de desgaste, desacreditación y en la actualidad una persecución despiadada tanto mediática como judicial.

 

En ese trabajo de  destrucción fue clave en Brasil tanto la figura de Sergio Moro, como de otros jueces, y la brutal guerra de la Red O Globo, similar a lo actuado por el Grupo Clarín en Argentina. La prensa como arma de guerra, imprescindible en los planes de dominación continental.

 

En un artículo  publicado en Brasil de Fato Daniel Giovanaz  ubica el caso del juez Moro- convertido en un "héroe" en Estados Unidos, país para el que trabaja-  y demuestra que esta acusación no es una "teoría conspirativa", como suele banalizarse cualquier denuncia, porque existen pruebas suficientes en hechos y documentos.

 

Siempre se dudó del  sorprendente ascenso del juez Moro  a quien se señaló como un hombre de la CIA o el FBI de Estados Unidos.  En junio de 2016, la filosófa e investigadora  Marilena Chauí, citada por Daniel Giovanaz afirmó que el juez de primera instancia Sergio Moro había sido cooptado por el FBI para atender los intereses estadounidenses en la conducción de La Operación Lava Jato.

 

El vídeo con la denuncia de Chauí emitido por um canal (Nocaute) de TV de Brasil fue visto  por más de 160 mil personas y originó  debates entre juristas, histioriadores, cientistas políticos y sociólogos brasileños.

"El recibió un entrenamiento  característico de lo que hacía el FBI en el Macarthismo [política de persecución anticomunista adoptada por Estados Unidos en los años 1950] y fue después del 11 de septiembre que la "intimidación y la delación" se extendió" señala Chauí- La filósofa brasileña establecía que Estados Unidos tenía un objetivo: desestabilizar  Brasil para apoderarse de los grandes yacimientos petroleros (pre-sal) y otros inmensos recursos y controlar nada menos que a  la gran potencia latinoamericana.

 

"En este sentido la Operaçión Lava Jato es, vamos a decir un preludio de la gran sinfonía de destrucción de la soberanía  brasileña para el siglo XXI" denunció Chauí, cuya hipótesis  fue respaldada por um documento de Wikileaks, que se conoció el 30 de  octubre de 2009. "El nombre de Sergio Moro- además de su relación clave con Estados Unidos- es citado como participante de uma conferencia ofrecida en Río de Janeiro por Bridges Project (Proyecto Pontes, puentes de la ley), vinculado al Departamento de Estado  cuyo objetivo era "consolidar el tratamiento bilateral (entre EE.UU y Brasil) para la aplicación de ley. Para entender ésto Washington comenzó a asesorar en temas de justicia contando no sólo con Moro, sino con otros jueces, que pasaron por sus cursos.

 

De acuerdo a este documento los juristas brasileños  que participaron en la conferencia con el pretexto del "combate al terrorismo" señalaron a las autoridades estadunidenses -entre ellas la Consejera Residente para Cuestiones Legales de La Embajada de EE:UU- cierta "incapacidad" del código Penal  de Brasil para enfrentar estas situaciones. En este caso Sergio Moro era la figura clave que planteaba los  problemas legales más  frecuentes  en los casos de lavado de dinero en las Cortes brasileñas.

 

Entre las conclusiones tomadas por Wickileaks sobre aquella  conferencia,  los responsables del Proyecto Pontes sostuvieron  "la necesidad contínua de asegurar el entrenamiento a jueces federales y estudiantes de Brasil  para enfrentar el financiamiento  ilícito de conducta criminal".  La estrategia debía ser  de "largo plazo"  y coincidir con la formación de "fuerzas de tarea de entrenamiento" que podrían establecerse en São Paulo, Campo Grande o Curitiba.

Cinco años despues  de ese evento de Río de Janeiro  estalló  la Operación Lava Jato  y demostró el "perfeccionamiento" del Poder Judicial  en las investigaciones sobre causas y lavado de dinero en Brasil, pero al mismo tiempo  instauró en el país un clima  de inestabilidad política  muy importante  para los planes de Estados Unidos.

 

LA INJERENCIA SIN LIMITES

 

Estados Unidos, que ya tenía su grupo de control encabezado por Moro se colocó en disposición de  colaborar con el avance de la  Operación Lava Jato.

En el año 2015, las autoridades estadounidenses  aceptaron un pedido del Ministerio Público Federal (MPF) para rastrear depósitos que permitieran desmontar el engranaje montado por  la empresa Odebrecht para pagos de coimas en el exterior". De esta manera Washington controlaba, manejaba y manipulaba las operaciones.

 

Documentos clasificados como ultrasecretos  por la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU conocidos en 2013 revelaron que Dilma y sus principales asesores eran centro directo de espionaje  por parte del   gobierno estadounidense. "Así como es imposible desvincular La Operación Lava Jato  de  la coyuntura política de inestabilidad  que resultó en  el golpe contra Dilma, son evidentes las ventajas obtenidas por Estados  Unidos con  el cambio de gobierno en Brasil" señala Brasil de Fato. 

 

Um ejemplo: Pedro Pullen Parente fue escogido por Michel Temer (PSMDB) para presidir a Petrobras  y ya inició en mayo de 2016 un proceso de venta de activos y facilitó la privatización del sector petrolero . La entrega de yacimientos (pré-sal) al capital extranjero comenzó con parcelas preciosas de las áreas de Carcará, Lara y Lapa. El  24 de mayo, La Federación Única de Petroleros (FUP) publicó una carta  exigiendo la renuncia de Parente  bajo acusaciones de destrucción del patrimonio  público e interferencia de intereses  extranjeros en la administración estatal.  Pullen Parente  fue ministro de La Casa Civil en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso  y vicepresidente ejecutivo de RBS, afiliada a La Red Globo en el sur del país. El círculo siempre cierra.

 

Por cierto se revela asimismo que en los últimos dos años las visitas de Sergio Moro a Estados Unidos se hicieron cada vez más frecuentes. En Julio de 2016  dio una conferencia en Washington sobre "La importancia  de los medios en apoyo a sus investigaciones criminales".  En septiembre –en el  auge del Lava Jato-  participó de un ciclo de conferencias en Pennsylvania  donde fue presentado como "líder central en el fortalecimiento del Estado de Derecho en Brasil.".

 

Vale preguntarse si los acontecimientos sucedidos  no han terminado con el Estado de Derecho que debería regir en una democracia real, que no existe en Brasil.  Lula es incocente y nunca se há probado lo contrario. Su defensa es la defensa de nuestros  derechos y de nuestro futuro en libertad.

 

 

 

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