Alina Sánchez, médica y militante internacionalista, cayó mártir en Haseke, Rojava, Norte de Siria, en un accidente automovilístico socorriendo heridxs.
ALINA ENCUENTRA LA LIBERTAD
Alina nació en San Martin de Los Andes, Argentina, en 1986, con una gran sensibilidad, alegría y compromiso de lucha libertaria se recibió de médico en Cuba. Muchos conocimos a Alina con su nombre código: Lêgerîn Azadî [Búsqueda de Libertad]. Hacía muchos años ya que había redoblado su compromiso con el pueblo kurdo y en especial con el movimiento de liberación de las mujeres.
Por María José Lubertino 22/03/18
Alina Sánchez, médica y militante internacionalista, cayó mártir en Haseke, Rojava, Norte de Siria, en un accidente automovilístico socorriendo heridxs.
Alina nació en San Martin de Los Andes, Argentina, en 1986, con una gran sensibilidad, alegría y compromiso de lucha libertaria se recibió de médico en Cuba. Muchos conocimos a Alina con su nombre código: Lêgerîn Azadî [Búsqueda de Libertad]. Hacía muchos años ya que había redoblado su compromiso con el pueblo kurdo y en especial con el movimiento de liberación de las mujeres.
Su principal esfuerzo se centraba en organizar un sistema de salud que en medio de la guerra y la revolución diera lugar al empoderamiento del pueblo y las personas, y a sostener el imprescindible trabajo de atención de heridxs.
Fácil para las sonrisas y el trato con las personas, sensible y alejada de la charlataneria y el dogmatismo, firme defensora de sus puntos de vista y tierna conspiradora por el bien de cuanta gente tratara.
Su entusiasmo era contagiosísimo, porque era pura y radiante como la niña que nunca dejó de ser, pero con la determinación, conciencia, cuerpo y sabiduría de sus experiencias trotando mundos, siempre comprometida con lxs más infelices y oprimidxs.
Dio su vida a la Revolución de las mujeres y del Kurdistán, así como a la lucha por la libertad de toda la humanidad y en especial de lxs originarixs, de las negritudes, de quienes padecen injusticias y resisten en toda Abya Yala.
Dio su vida, en tiempo, en energía, siendo parte y luchando siempre! Y también dio su muerte, ahora que las noticias congelan la razón, y alborotan nuestros corazones.
Su sonrisa dibujada no nos la arrancaran, su felicidad y satisfacción por las tareas y la vida que eligió, nos hablan de su enorme amor por la humanidad.
Amistosa, revolucionaria, inflexible en sus sentimientos y siempre atenta a la situación de todxs alrededor.
Se nos queda para siempre en el cuerpo, en el alma y en la idea, se eterniza en su propia obra, su ejemplo y sus hermanas de lucha!
Legerin, Alina, hermosa, sencilla, sensible, franca, libre y libertaria, amante de las sierras y los montes, de la pacha y de los yuyos, de la resistencia y organización de las oprimidas, de la libertad y de la vida, nos apunta con la suya para que sigamos su lucha por la Vida Libre.
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