jueves, 12 de marzo de 2020

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LA   VIOLENCIA   EN   LOS   MEDIOS   DE                                            COMUNICACIÓN

                                       TV   or   NOT   TO  BE

por Rosa Miriam Elizalde

Comunicadores de Centroamérica y el Caribe se reunieron esta semana (marzo de 1999) en República Dominicana en el segundo encuentro “Jóvenes por la Paz”, auspiciado por la UNESCO.
Investigaciones confirman  que existe un vínculo directo entre la violencia presentada en los medios y las actitudes agresivas en niños y jóvenes.

Boca Chica, República Dominicana – Son visibles aún los tajos del huracán Georges en El Seibo, un cerro de la costa este y del cual se sostiene por milagros del equilibrio la casita que Jimmy García, un vendedor ambulante de 15 años comparte con su madre.  No tienen mas lujo que un televisor, un viejo Crown que vive y muere encendido, mientras no sobreviene el apagón y que, dispuesto sobre la mesa, apenas deja espacio para un par de catres y un fogoncito de leña.  A las seis de la tarde, después de horas al acecho en la avenida 27 de Febrero, intentando vender naranjas y chocolatines, Jimmy vuelve a los brazos de su Crown con acceso a 17 canales, al laberinto vertiginoso del zapping y a un festín de pizzas “excitantes”, carros “imbatibles”, zapatos “audaces”, perfumes “sensuales”, analgésicos “mágicos” “coma fútbol, sueñe fútbol, tome Coca-cola”.  El problema es que Jimmy se siente peor, un basura, porque sin ropa de marca ni carros como los que circulan por la 27 de Febrero o por la pantalla de su Crown, efectivamente él es un nadie, no existe porque “no tiene”. En Jimmy como en cientos de miles de jóvenes de la región, la publicidad, - a la que en 1998 se destinaron 435.000 millones de dólares en el mundo – no estimula la demanda, sino la violencia.    “Los medios, particularmente la televisión, están estimulando descaradamente la delincuencia con el culto al mercado y con sus clases gratuitas y cotidianas de violencia.  La cuestión hoy, parodiando a Hamlet, es TV or not to be, tener TV o no existir; es decir, lo real para millones de jóvenes es sólo lo que está en los noticiarios, las películas y los comerciales, y no hay mayor estigma social que estar al margen de lo que allí acontece”, dijo Juan Delancer, director del Canal 4 de Santo Domingo, en el segundo encuentro de “Jóvenes por la Paz”, auspiciado por la UNESCO con el tema Juventud y Comunicación, y al que asistieron esta semana unos 60 bisoños periodistas, comunicadores y directores de publicaciones juveniles de 11 países de Centroamérica y el Caribe, entre ellos Cuba.  Catalina Montenegro, directora del Centro de Comunicación Santa Furia de Costa Rica, cree que las empresas de la información están imponiendo una cultura igualadora en un mundo cada vez mas desigual, cuyas víctimas principales son los jóvenes.   “Nos inculcan un egoísmo suicida con el objetivo de evitar todo acto de rebeldía.  Se están construyendo alrededor de los jóvenes muros de ruido, de violencia, de alucinaciones para que no opongamos ninguna resistencia a las enormes injusticias que está padeciendo el mundo”, comentó a Juventud Rebelde (JR) la tica de 25 años y cabellos negrísimos que en más de una ocasión radicalizó las discusiones del plenario.




LA VIOLENCIA,  PRODUCTO DE  EXITO

Mas de mil estudios realizados en los últimos años en Estados Unidos han establecido un vínculo directo entre la violencia presentada en los medios y los comportamientos agresivos y criminales en los niños y los jóvenes de ese país.  Patrick L. Coleman, director del Centro de Comunicación de la Universidad Norteamericana Johns Hopkins, aportó en conferencia magistral un dato revelador:  en Estados Unidos se ha duplicado el número de homicidios desde que comenzaron en ese país las transmisiones televisivas y ha pasado lo mismo con los comportamientos agresivos de los niños desde que el televisor se instaló como el miembro más importante de la familia norteamericana.  “Los especialistas en salud pública concuerdan que la exposición a la violencia tiene tres efectos dañinos primarios:   el aprendizaje de actitudes y comportamientos agresivos;  tolerancia hacia la violencia cometida por otros, y el aumento del temor a ser víctimas de la violencia, lo que significa que todo el mundo quiere poseer un arma y la desconfianza es el más común de los sentimientos.”
Lo más dramático, admite Coleman, es que esta eficiente industria, que satura el universo audiovisual de la mayoría de los países del mundo y es monopolizada por imponentes empresas norteamericanas, resulta hoy la más lucrativa del planeta.  La radio, la TV y el cine concentran el 80 por ciento de los ingresos brutos de esta industria a nivel internacional, a costa del considerable tiempo que los niños y los jóvenes del mundo dedican al consumo de un peligroso coctel de sangre, sexo y publicidad.









  

¿ QUE HACER ?

Rescatar nuestra identidad en medio de tanto fogonazo y tanto estruendo, escuchar los latidos de nuestro corazón y aliarnos en redes informativas que hagan circular valores positivos y ejemplos movilizadores de conciencia entre los jóvenes, fueron acuerdos del encuentro que reunió también a representantes de ministerios e institutos de Juventud de Centroamérica y el Caribe.  “No podemos permitir que nos asesinen el futuro, que nos preparen un mundo inhóspito donde solo circulen estereotipos:  el joven problema (pandillero, drogadicto, enfermo de Sida) o el joven ejemplar (consumidor dócil y espectador pasivo)” concepto que incorporaron los haitianos a la relatoría final a propuesta de Tarah Merceda de la Secretaría de Estado de la Juventud y el Deporte de esa nación caribeña.  “Intimidados, impresionados por el discurso del mercado, muchos jóvenes capitulan”  dijo Néstor de Jesús Estévez, dominicano de la Cadena de Noticias TV,  pero -  apuntó Eric Lemus , de la revista Planeta Alternativo, de El Salvador -  “los comunicadores tenemos la responsabilidad de impedir que eso ocurra, el deber de protestar, de insubordinarnos, por una sencilla razón: no han desaparecido ni la explotación ni la manipulación de nuestras mentes”.    Quedó claro, sin embargo, que no bastan las buenas intenciones: poco se podrá hacer si no se democratiza la economía mundial, si el mundo no deja de ser tan escandalosamente injusto.    A pesar de que el gasto del consumo mundial en 1998 alcanzó los 24 billones de dólares, el doble del nivel de 1975 y seis veces el de 1950, el 86 por ciento de esas inversiones lo hizo solo el 20 por ciento de los habitantes de los países más ricos.   Muy poco le tocó a la mayoría que mira la tele y la publicidad callejera con ojos de hambre.    Por lo que cabría esperar – apunto la delegación cubana en el encuentro – que en la desesperación, esta mayoría haga estallar definitivamente ese planeta imposible, esa “realidad” que se asoma todos los días al viejo Crown de Jimmy.  

HABITOS  Y  MEDIOS  DE  CONSUMO  EN  U.S.A.  
.  Los niños norteamericanos ven un promedio de 28 horas de televisión por semana;   los adolescentes 22 horas.
.  Los niños y adolescentes pasan mas tiempo viendo televisión que en la escuela.
.  Al momento de cumplir seis años, los niños ya han pasado mas tiempo viendo televisión que el total del tiempo que pasarán hablando con sus padres en toda su vida.
.  Entre las edades de 10 a 17 años, los jóvenes escuchan 10.500 horas de música, mayormente rock y/o rap con un alto contenido de violencia.
.  El 75 por ciento de los niños entre 9 y 12 años ven videos musicales a diario; también, el 80 por ciento de los adolescentes entre 12 y 14 años.
.  Aquellos entre 12 y 20 años de edad cada vez van menos al cine.
.  Los jóvenes están expuestos a cerca de 20.000 comerciales por año.  Gastan más de cien millones de dólares anualmente, 70 millones de los cuales provienen de sus propios bolsillos y se emplean en artículos suntuarios.  Las adolescentes gastan más de cuatro millones de dólares en cosméticos cada año.
.  Los jóvenes no suelen tener objetos preferidos, sino marcas.  Las de más éxito son: Nike, Levi´s, Calvin Klein, Sony y Pepsi.
(Fuente: Coleman, Patrick L: “Impacto de los medios de comunicación en la educación para el desarrollo de los jóvenes”, ponencia presentada en el segundo encuentro Jóvenes por la Paz: Juventud y Comunicación).
(tomado del diario cubano “Juventud Rebelde”  domingo 7 de Marzo de 1999
Difunde el primer museo suramericano Comandante Ernesto Che Guevara de Buenos Aires, barrio de Caballito, calle Rojas 129.
Director fundador Eladio González   toto
Teléfono   5 3720744
Facebook -   eladio gonzalez

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