foto – la bandera muestra al Che y a sudamerica
pero fue hecha en Madrid (gracias Amenedo).
la agita el Director del Museo Che Guevara de
Buenos Aires.
Inauguración de la estatua al Che Guevara en
Rosario de Santa Fé
Dedicado al Arq. Rodolfo Livingston y a todos
los que como él no pudieron asistir, pero que tanto merecían estar en primera
fila.
14 de Junio 1845 nace Antonio Maceo, el
Titán de Bronce cubano.
14 de Junio 1928 nace Ernesto Guevara de la
Serna, el Che argentino.
14 de Junio de 1982 las Fuerzas Armadas
Argentinas se rinden en Malvinas
14 de Junio 1986 muere el escritor argentino
Jorge Luis Borges.
Natalio y Ana nos llevan hacia Rosario, voy
armando una guirnalda con carteles “Chau Bloqueo Argentina” y otros “ICAP
Ciego de Avila”. El temor a no conseguir combustible se disipó en la
estación de servicio, donde el empleado me desaznó sobre una calandria que
atrevida me disputaba una galletita que se me había caído y a la que yo acusé
de “bicho feo”, luego me sentí con más derecho a lucir el rojo poncho
salteño. Ningún corte de rutas agropecuario interrumpió el apacible viaje de
300 km. Las últimas 10 cuadras las hicimos a pié con Natalio y su
silla de ruedas como ladero, atravesamos el enorme Parque Hipólito Irigoyen de
varias hectáreas y llegamos a la flamante plaza “Che Guevara”, rodeada de una
valla metálica que separaba a las miles de personas, que se agolpaban a medida
que llegaban, separados o en gruesas y ruidosas columnas a 80 mts de la
estatua de Ernesto Guevara de la Serna, que oculto bajo un enorme y blanquísimo
lienzo contenía la respiración aguardándolos, erguido sólidamente sobre un
promontorio que oficiaba de pedestal natural. Salté las vallas desnudas y
comencé a atar sobre ellas los pasacalles y banderas que llevaba en un enorme
bulto. La enorme esquina izquierda de la plaza quedó vestida con el
pasacalle reclamando
POR
EL REGRESO DE LOS CINCO HEROES
Antonio
- Rene - Fernando - Ramón
y Gerardo
Museo
Che Guevara y Chau Bloqueo
y engalanada por las enseñas patrias de la Cuba
de Fidel, el Brasil de Leonardo Boff, el Chile de Allende,
el Perú de Mariátegui, el Méjico Zapatista, el Paraguay de
Francisco Solano López, la Bolivia de Inti Peredo, del Uruguay de
Artigas y de la Argentina de Tamara Bunke Bider.
(Tania) El otro pasacalle
¡
Bienvenido Comandante !
La
dignidad de América
Chaubloqueo y Museo
del Che Guevara les quedó como paravientos a los
2 camiones de la TV. que estaban allí con sus antenas parabólicas, los
operarios agradecidos y calentitos. Cerré la tarea colocando la “especial”
bandera totalmente roja que porta una enorme estrella amarilla de 5 puntas en
su centro y que nos fue entregada en custodia por Truong My Hoá Vicepresidenta
de la Asamblea Nacional de Vietnam cuando visitaron nuestro Museo
y recibieron la “Llave Simbólica del Museo Che Guevara” que le
entregamos emocionados a quienes derrotaron a los norteamericanos. A la
derecha de la estatua el sobrio escenario sin techo, flanqueado por 2 grupos de
blancas sillas donde hijos y familiares del Che, acompañados de la familia del
Dr. Alberto Granado (Mial ó Petizo para su amigo Ernesto, primer viaje)
de Carlos Ferrer Zorrilla (Calica en el segundo viaje), de Madres de Plaza
de Mayo, miembros de la Embajada de Cuba, concejales e intendentes varios
aguardaban. Como fondo un cielo azul impecable hacía resaltar a la derecha
un gran estadio de fútbol y a la izquierda la antigua y bella Estación de Tren
en desuso. Regreso y encuentro que la silla de ruedas de Natalio fue llave para
que los invitaran a ingresar al sector y pudieran apreciar todo más de cerca,
pero quedó sin utilizar porque la emoción de mi amigo lo sostuvo horas parado
con sus bastones canadienses expectante, soportando la gélida
temperatura. La Primera fila de ojos era de las decenas de cámaras
obturando enloquecidas, empuñadas por los comunicadores de la imagen y atrás 50
mil pares de pupilas registrando cada movimiento, sonido y color para
testimoniarlo ante las futuras generaciones. Con ayuda de Ana, Irene y un
custodio municipal pude colgar mi guirnalda de Chau Bloqueo, el viento me hizo
una galleta con el hilo y hubo que luchar nerviosamente. Mi mástil
telescópico puso al tope la bandera con el enorme rostro de Che sobreimpresa en
el mapa del continente sudamericano y ahí se me fue el frío. (mientras
escribo esto suena el teléfono y desde Australia me reportea Marcia López para
una radio hispana, simplemente relato lo que estás leyendo y asevero que en
muchos miles de pechos australianos hierven los mejores sentimientos
guevaristas.) Salté las vallas y repartí a la primera hilera de la
multitud paquetitos de adhesivos de Solidaridad con Cuba, digo que son
para pegárselos en el alma, pedí los repartieran hacia atrás, cosa que
hicieron mientras otras manos y ganas se estiraban hacia mí, los mil stickers
pasaron en minutos a buenas manos. Desde diferentes puntos y a pesar de mi
gorro boliviano con orejeras que aumentan mi sordera oí el grito amistoso de
algunos nombrándome, se ve que media Capital está aquí pensé. Veía a Irene
fotografiando todo, moviéndose y sintiendo emocionada, ¡como lo merece!. Abrió
el acto Gerardo Alfonso, le siguió Vicente Feliú también cubano y el
uruguayo Viglietti. Agitando la bandera al ritmo de vocalistas cubanos,
uruguayos y argentinos me metí tras el escenario y le brindé a fotógrafos y
camarógrafos un segundo plano kinético con el rostro del Che, cambiaba
permanentemente de sitio porque los guardias municipales estaban preocupados
conmigo y me bajaban de empalizadas y tubos hierro. Atrás mío una grúa ponía a
los camarógrafos a filmar desde la altura y bajaba y subía con ellos. No
se si la alquilaban para que los subieran y tomar una vista elevada. Algunos
pedían me ponga en pose para filmar mi bandera, ótros gritan que me aleje
para no tapar, ¿Quién entiende a los artistas de la imagen?. La argentina
Paula Ferré y otros cantautores prepararon el clima que luego potenciaría la
Declaración conjunta de la Multipartidaria rosarina en voz y espíritu de
Norberto Champa Galiotti del Movimiento de Solidaridad con Cuba. El
“dueño de la pelota” joven escultor argentino Andrés Zerneri, autor de la
estatua acusó de autores intelectuales del milagro, a los 17 mil argentinos que
aportaron un trocito de bronce en forma de llave, para que la ciudad, cuna del
Hombre Bandera, tuviera su primera estatua en 40 largos y vacíos años. Humilde,
improvisado parecía que nos hablaba en el living de su casa. En su boca
apareció el querido y admirado Profesor Osvaldo Bayer el del proyecto de
reemplazar la estatua del General Julio A. Roca por una que simbolice a la “Mujer
original” que tantas veces asesinó. El acopio de nuevas llaves de bronce
para este proyecto artístico social fue ovacionado. No entendí bien como
todavía se sostenía parado este muchacho, tras años de semiocultos,
abiertos, solapados y virulentos ataques y calumnias, con que parte de la iluminada
y fraternal izquierda argentina intentó fundir el
proyecto para que no se concretara. No quisiera estar en su piel. Bien
recuerdo que a Irene y a mí nos ocurrió lo mismo en 1996 cuando inauguramos el
Primer Museo Ernesto Che Guevara de Suramérica. Vicente Feliú a dúo con
Viglietti y luego la gran solista Aleida Guevara March que subió y se le salió
el padre por la boca, vocera heredera de conceptos cuya calidez, firmeza,
emoción, contundencia, crítica constructiva y estímulo revolucionario nos conmovieron,
para quedar como un desafío a probar. ¿Seremos como el Ché?
El tiempo pareció detenerse y se corporizó la magia anhelada, imprescindible
necesaria, que colmó de energía espiritual al acto, solo como una mujer cubana,
una Mariana Grajales (madre de Antonio Maceo, el otro héroe cubano nacido el
mismo día que Che) puede hacerlo. La otra hija del Che Celia nacida
cuando Che cumplió 35 años estaba allí con sus otros dos hermanos varones y
recibió la felicitación por cumplir años ese mismo día. Aleida tenía
50.000 seres humanos delante y una primera línea de 300 mts. de ancho hervía de
banderas celestes, blancas y rojas de diferentes agrupaciones saludando su
mención a la presencia de los Cinco Héroes, de Fidel, Raúl, Pombo, Ramiro y
tantos otros. Tras su “Hasta la Victoria Siempre” descendió
emocionada. El hijito de Paula Ferré la solidaria cantautora sostuvo mi
bandera y pude quitarme el poncho rojo salteño, para abrigar a una tiritante
dama venezolana que aprovechando la vuelta de Ernesto a la Argentina para
conseguir su título de médico, asedió al inocente Dr. Alberto Granado hasta
rendirlo y casarse con él. Al día siguiente partían hacia Salta y luego
volverían a su Cuba, me despedí de ambos emocionado. Alexis Capote su nieto
vino desde Suiza a esta Misa Familiar que los convocó y tuvo en Gino el
chileno de Familiares de Becados en Cuba, a un tutor de lujo.
(Cuba educa jóvenes argentinos y nos los devuelve hechos doctores en medicina
que se nuclean bajo el nombre de “Tatu” (apodo del Che en el Congo africano)
para laborar solidaria y amorosamente en zonas marginales). Quedamos en
que Champa me devolverá el poncho cuando viaje a Capital, y si no “que Dios
y la Patria se lo demanden”. Llegó el momento 20 escolares cubanos y
argentinos (estos últimos educandos cuya escuela ESB nº 160 de La Matanza,
lleva hace años el nombre Ernesto Che Guevara) tiraron del lienzo blanco y como
en un parto apareció la bella cabeza, siguieron los hombros, torso cintura
piernas y unos pies sólidamente afirmados a peñas americanas. Pensé… lo
asesinaron en una escuelita, hoy alumnos de otra lo traen a la vida.
El eufórico griterío, redoble de tambores, aplausos, cánticos crecieron gradual
e incontenibles como el ansia del público que comenzó a saltar las vallas
y fueron a su encuentro. Todas las manos de carne tocando las piernas de
bronce, los inundados ojos tratando de definir los detalles de la estatua, las
fotos para atesorar toda una vida. El permiso, la corporización de
nuestro Patrimonio Histórico del que somos todos portadores sanos, a
pesar de que se nos retacea y mezquina desde hace 40 años. El profundo
sentimiento Inconsciente Colectivo que las 50 mil almas
confirmaban como propio. Voy como loco (sí, lo soy) de un lado para el
otro agitando la bandera y bebiendo con ojos, oídos y sensibilidad esta
tremenda experiencia de vida, entre Borrego, Calica, Zerneri, Granado, Rogelio
Acevedo, Aramís Fuente y VOS a quien no conozco. Un amontonamiento de
gente tiene como epicentro a Aleida y junto a ella una silla de ruedas con
Natalio emocionado conversándole. Saco mi cámara y “click”
inmortalizados. Ana se fotografíó con el cubano Rogelio Acevedo compañero
de lucha de Che. La gente que se retiraba lo hizo hacia el Monumento a la
Bandera rodeándolo de carteles guevaristas. Luces de colores lo mostraban
como un gigantesco señalador celeste y blanco que apuntando al nocturno cielo
festejaba que la ciudad “Madre pródiga” hubiera saldado la Gran
Deuda con su hijo Guevara. Fuimos al hotel e Irene no quiso salir, ya
había cenado emoción y se empachó de amor. A mi me dolían mucho la punta de mis
pestañas y más aún brazos y piernas. La bandera donada por el
Centro de Estudios Políticos Che Guevara de Madrid, España tiene
12 años, pero yo (nombrado representante de ellos en Argentina) tengo 65
cumplidos, la incompatibilidad entre bandera y agitador (yo) que la movía
me fatigó. En el desayuno encontramos al periodista cineasta cubano que nos
filmó para el documental sobre Che (donde no aparecimos) estrenada en
Octubre del año pasado en el teatro El Vitral (pleno centro). Allí en ese
teatro actuó hace años nuestro hijo menor Manuel Emiliano, como “soldado
argentino” en el drama histórico de Gerardo Pensavalle “Malvinas 170 años”.
Dramaturgo que estrenó luego “Mataron al Che” donde también
Manuel cubrió el papel de un periodista boliviano. Curioseé el Libro de
Honor del Hotel y el día 13 nuestro admirado y querido Premio Nóbel de la Paz
Adolfo Pérez Esquivel había dibujado un bello rostro de mujer, con
un breve mensaje de paz y amor. Adherí nuestra tarjeta con el viril rostro de
Che sonriente y escribí toda la hoja con mucho amor. De allí fuimos presurosos
hacia el Teatro La Comedia donde cientos de compañeros compartían el cierre del
Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba. La antigua sala dispone de un gran
escenario donde las banderas cubana y argentina parecían pequeñas ante una
platea para 300 personas, pullman para otros 200 y palcos corridos laterales de
primer y segundo piso. Ana, Irene, Natalio a pesar de las escaleras y yo nos
instalamos en el primer piso junto al escenario. Con ayuda de ellos colgué el
enorme pasacalle
POR
EL REGRESO DE LOS CINCO HEROES
Antonio
- Rene - Fernando - Ramón
y Gerardo
Museo
Che Guevara y Chau Bloqueo
ahí quedó vestido el lindo teatro, no
obstante comencé a dibujar carteles y a pincharlos al barandal de madera que
rodeaba la sala. El ¡ VIVA FIDEL !
no sorprendía a nadie, pero muchos se rascaron las neuronas intrigados al leer
los que decían ¡ BUSH TARRÚ ! los cubanos
disimulaban las risas interiores pues significa “cornudo”
en cubano básico. Dejé la bandera con el rostro de Che a cargo de Irene y
me mezclé con cientos de personas en la platea y el hall donde compañeros
vendían libros ó periódicos de la militancia. Comencé butaca por butaca
metódica y puntillosamente explicando lo que entregaba, primero fueron
los folletos de Células Madre que nuestro Museo se honra en difundir, otra
oleada y llegué con dos periódicos, uno el “Caballito Regalado” de nuestro
amigo Eduardo Torres que acabado de volver de Cuba publicó su diario que parece
el Bohemia y el otro “Vecinos Memoriosos de Caballito”. Otra oleada de
difusión y expliqué entregando el volante como UMMEP (un mundo mejor es
posible) alfabetiza desde hace 4 años largos en Argentina y la posibilidad de
conectarse con ellos por mail. Mi insistencia informando a gentes (que
afortunadamente no me conocían) dió su fruto pues me gané un nuevo apodo (obsequio
de Rubén Zácaro de Almirante Brown) “Chuenga” (50 años atrás en las canchas de
futbol un hombre ofrecía masticables gritando “chewing gum” –goma de mascar- la
deformación en los oídos de hinchas del sonido inglés derivó en un
“Chuenga”. Volví con los bolsillos vacíos a mi lugar y tomé mi
bandera justo para ver al presentador abrir el acto con trovadores cubanos que
nos cautivaron con sus trovas, sones, y simpatía. Tras ellos los compañeros de
las diferentes comisiones que funcionaron durante el encuentro expusieron a su
turno las resoluciones acordadas y propuestas aprobadas ante las dos primeras
filas de la platea ocupadas por hijos, hermanos y parientes del Che a más de
los funcionarios cubanos estables en Argentina y los llegados especialmente
para la ocasión. La adolescente Alín hija de Ramón Lavagnino (uno de los 5
héroes cubanos prisioneros en EEUU) los corporizó allí entre nosotros. No se
cuando me incliné ante la doctora en pediatría Aleida Guevara March y le
obsequié un pequeño caracolito que traje de la playa chilena de Isla Negra,
donde Pablo Neruda, el poeta admirado y querido por el Che tenía su casa, hoy
museo. De la apertura al cierre del acto no dejé de agitar la
bandera por sobre la platea acompañando candenciosamente el canto de los
trovadores, las resoluciones de la asamblea, la minuciosa exposición del Perro
Iván (Mil por Cuba) y las contemporizadoras palabras para estimular la unidad
entre compañeros y revolucionarios y promover la potenciación de la lucha,
vertidas por el representante de Mil por Cuba Sergio Ortiz. Aunque el
toque óptimo lo puso la expresiva alocución del delegado de las juventudes y
partidos políticos amigos de Cuba que tuvieron un maravilloso campamento internacional
allí en Rosario. Describió lo hecho y parecía que lo veíamos con el alma.
Realmente importante, halagueño y prometedor de nuevos aires en las actividades
solidarias. Ví la bandera cubana y supe que eran la linda pareja villamercedina
Camilo Sosa y señora, que pasearon esa enseña por todos los lugares de Rosario
con enorme orgullo y gracia. ¡Viva San Luis y su gente! La
proyección de un (lamentablemente breve) trozo del documental sobre Rosario,
realizado por los cubanos Leandro González (hijo de Adys Cupull y Froilán
González) y Otto Guzman nos dejó con las ganas hasta Octubre, en que
anunciaron lo pasarán completo. Tiempos bien argentinos, dos pasitos
p´alante y uno p´atrás. La película excelente la abre un taximetrero
rosarino (actuado por Norberto Champa) que presenta recorriéndola a la ciudad
donde nació el guerrillero heroico. Del teatro fuimos al recital dejando
el auto a 3 cuadras, las que recorrimos Irene y yo portando abierto el
pasacalle por los 5, llegamos al Monumento a la Bandera y nos zambullimos entre
los miles de personas nadando como en un mar humano, yo tiraba del pasacalle e
Irene venía arrastrada rebotando en personas, llegamos al gigantesco y pelado
escenario, en donde colgué a 3 metros de altura mirando hacia el público bien
alto el reclamo por la libertad de nuestros cinco hermanos. Pedí la bandera a
Irene y me quedé sentado allí arriba agitandola, pero los custodios municipales
me disuadieron reclamando que bajara, lo hice, pero entregando el mástil
a uno de ellos y saltando junto a él, del lado de adentro (vip), recuperé mi
mástil y lo dejé con la boca abierta corriendo hacia la parte posterior del
escenario, encontré una escalera y trepé pasando por el escenario donde cantaba
un cubano, me quedé como escenografía agitando la bandera, fueron 3 minutos y
me sacaron, me moví rápido haciendo como que me iba y aparecí en otra esquina
para trepar la valla que separaba al público de un corredor que rodeaba el
escenario. Allí me topé con Mario Marquís, despreciable periodista enemigo del
Che (tuvo suerte, a 2 mts. 8 custodios con chaleco naranja nos miraban) y lo
dejé para otra ocasión. Subí la empalizada y otra vez los guardias a
bajarme, pero pactamos que podía alambrar el mástil con bandera al tope y eso
me tranquilizó. Comencé a fotografiar, primero Baglietto que cantaba,
luego recorrí el enorme parque que hervía de público, tomando vistas desde las
torres de sonido, palcos y desde el mismo Monumento a la Bandera. Distribuí más
adhesivos procubanos entre la multitud y tarjetas de nuestro museo con la
minibiografía de Che, mail y blog. Seguí con mas volantes de los
alfabetizadores argentinos que usan el método cubano y en media hora no tuve
más nada que cientos y cientos de personas que apenas me veían estiraban
mecánicamente la mano aunque no les diera nada. Me alivió que el enemigo
del Comandante Hugo Chávez no cantara allí. Es que Fito Paez es rosarino.
Dos cubanos magníficos Tatica y Tejera electrizaron a la masa Guevarista con un
poema al Che, recordé cuando actuaron 8 años atrás en nuestro Museo y fue para
alquilar balcones. Cada 15 minutos volvía donde Ana, Natalio e Irene aplaudían
vibrando y tras dar mi “prueba de vida” como debo hacer cada 3 meses
yendo al banco donde me abonan la jubilación, salía a recorrer nuevamente
buscando la emoción en los demás, en los rostros, en las posturas que el
sagrado momento moldeaba en esos seres humanos de toda edad. En
mis trepadas y bajadas un drama, perdí el gran botón de pecho con el rostro de
los 5 héroes que Alicia Jrapko me había entregado hace años y que durante años
fue inseparable amuleto en manifestaciones, escraches, conferencias y
fiestas. Antes del final que fue a todo “Hasta Siempre”
cantado colectivamente por Aleida la hija, León Gieco, los demás artistas
y el público todo, debimos volvernos a Capital. Dejé sin nombrar a
decenas de excelentes compañeros y otros muchos artistas, y necesitaría dos
hojas para describir las múltiples actividades que CTA propició, presentaciones
de libros, conferencias que brindaron Camilo Guevara el hijo del Ché, u Orlando
Borrego su ayudante en el Ministerio. También cátedras y encuentros que de una
y mil formas dieron profundidad a la festividad. Esta es solo una más de las
crónicas escritas y es solo lo que ví yo.
Eladio González Toto director del Museo Che Guevara
Buenos Aires Capital.
En 1996 fundé el Museo Che Guevara y hasta Noviembre de 2015
difundí sobre Cuba y sobre el Che
sin adosar propaganda vinculada a lo comercial ni en el blog ni en
emails. Hoy comienzo
con la promoción del lugar donde funciona el museo y las personas
que lo hacen posible.
¿ CANSADO DE
EVITAR CONTROLES POLICIALES , TRÁNSITO , C O T
, PREFECTURA , GENDARMERIA, VIALIDAD
? ¿ QUERÉS CIRCULAR CON LOS PAPELES
EN REGLA ?
LLAMAME Y
RESOLVEMOS TU PROBLEMA
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1492 Tel : 0348 – 444 3627
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