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No. 5/2018 15 de febrero de 2018
(español e inglés)
¡ABRAZO TRICONTINENTAL A LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA!
Compañero Nicolás Maduro Moros,
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Pueblo venezolano, chavista y bolivariano:
Convocados por el Secretariado Ejecutivo internacional de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL), nos hemos reunido en la capital de Cuba --que durante más de 50 años ha ofrecido comprometida hospitalidad a nuestra organización tricontinental-- representantes políticos y diplomáticos de 19 países del Tercer Mundo para celebrar un solidario encuentro con la hermana Venezuela que avanza indetenible, victoria tras victoria, en el camino de derrotar la brutal y sostenida escalada contrarrevolucionaria de la oligarquía y el imperialismo contra la Revolución Bolivariana.
Desde hace 19 años, y luego de la primera e histórica victoria electoral del inolvidable Presidente Hugo Chávez Frías, Venezuela ha vivido bajo el asedio permanente de la potencia más poderosa del planeta y sus aliados.
Contra la Revolución Bolivariana de Venezuela se han aplicado con saña todas las herramientas de la llamada guerra no convencional: intento de golpe de Estado, sucesivas maniobras de desestabilización interna, prácticas de despreciable violencia, actos terroristas, crímenes fascistas, guerra económica, financiera y mediática, estrategias de aislamiento político-diplomático, abiertas manifestaciones de injerencia en sus asuntos internos violatorias del Derecho Internacional y de las normas de convivencia entre los Estados aceptadas universalmente.
Quienes la agreden y pretenden doblegarla han fabricado incontables pretextos, perversas tergiversaciones, y han manipulado, sin un ápice de pudor, situaciones internas que corresponde dirimir exclusivamente entre venezolanos y venezolanas. La incuestionable verdad es que la Revolución Bolivariana de Venezuela ha sido sistemáticamente amenazada y acosada por la firmeza con la que ha hecho valer su más elemental derecho a la autodeterminación, porque la obra transformadora que protagoniza soberanamente desafía los intentos imperiales de dominación hegemónica continental y global.
El pueblo venezolano, encabezado por el Comandante eterno Hugo Chávez y por su sucesor, el Presidente Nicolás Maduro, ha refundado un horizonte de emancipación y de reafirmación de la independencia, que lo hermana a la batalla histórica de la Revolución Cubana y a las posteriores victorias de otros pueblos latinoamericanos en lucha y resistencia; ha inaugurado un cauce de trascendentes transformaciones en defensa y beneficio de las mayorías populares históricamente oprimidas; de justicia social, dignidad y participación ciudadana; de solidaridad, cooperación, unidad e integración continentales.
Se ha alzado triunfante en 21 contiendas electorales reconocidas por su transparencia y ha respetado aquellas en las que los resultados le han sido adversos, conducta que constituye ejemplo de civismo, patriotismo y vocación democrática. Ha resistido frente a todas las amenazas y las ha trascendido con abnegación y enormes sacrificios. Ha ofrecido innumerables muestras de voluntad de diálogo y convivencia, de compromiso con la paz y la vida.
En los últimos días, luego del llamado a elecciones presidenciales realizado por la Asamblea Nacional Constituyente han arreciado los ataques hacia la República Bolivariana de Venezuela, especialmente hacia su sistema político y electoral, en el marco de una estrategia reaccionaria de asedio mediático, político-diplomático y económico-financiero que procura su aislamiento y sometimiento, empañar la imagen del Presidente Nicolás Maduro, desmoralizar al pueblo chavista y bolivariano.
El involucramiento abierto de los Estados Unidos en esa escalada sistemática de hostilidad registra, desde la descabellada e insostenible Orden Ejecutiva de la Administración de Barack Obama que declara a Venezuela “una amenaza inusual y extraordinaria” a la seguridad nacional norteamericana, hasta la más reciente declaración del Presidente Donald Trump, quien ha afirmado que no descarta una intervención militar directa contra Venezuela.
En tan graves circunstancias, en Venezuela se alza la primera trinchera de lucha y resistencia frente al poderío que se deriva del uso de la fuerza para perpetuar la desigualdad y las injusticias. La causa de la Revolución Bolivariana es la causa de todo un pueblo. La batalla por Venezuela debe ser la batalla de todo un continente.
La defensa de la paz en Venezuela es un deber de honor con el acuerdo de todos los países miembros de la CELAC, los cuales rubricaron la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, texto que incorpora el respeto por el derecho inalienable de cada pueblo a elegir su sistema político, económico, social y cultural. Honrar ese compromiso no permite fisuras ni subgrupos. La paz en Venezuela es la paz del continente.
La patria de Bolívar y de Chávez ha recibido numerosas muestras de militante solidaridad. En la presente coyuntura se constituye en la primera prioridad de nuestros empeños solidarios. Desde este encuentro que reúne a representantes de pueblos hermanos del Tercer Mundo convocamos a multiplicar actividades y las más diversas iniciativas de apoyo a la Revolución Bolivariana de Venezuela, orientadas a defender su soberanía, independencia y derecho a la autodeterminación, a repudiar cualquier opción guerrerista que ponga en peligro la paz, a divulgar con objetividad la realidad y contraponerla al odio y a la mentira.
El pueblo venezolano, cada vez más organizado y en movilización permanente, conquistará el 22 de abril, en feliz coincidencia, su victoria electoral número 22. Nacido en el seno del pueblo, tan auténticamente sencillo como firme, nuestro compañero Nicolás Maduro será reelecto Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
Participaremos en esa batalla desde las tribunas y trincheras de la solidaridad internacional, fortaleceremos la unidad de nuestros pueblos alrededor de la justicia y la verdad, celebraremos esa victoria como propia porque
¡Todos Somos Venezuela!
¡Venezuela no está sola!
¡Venezuela seguirá venciendo!
¡Abrazo tricontinental a la Revolución Bolivariana!
Mensaje dado a conocer en La Habana, el 15 de febrero de 2018, al concluir un encuentro tricontinental de solidaridad en el que participaron representantes de Angola, Burkina Faso, Chile, Cuba, Dominica, Ecuador, Guinea Conakry, Guinea Ecuatorial, Kuwait, Laos, Mali, Nicaragua, Palestina, Puerto Rico, República Árabe Saharaui Democrática, República Democrática Popular de Corea, Sudáfrica, Venezuela y Yemen.
A TRICONTINENTAL EMBRACE FOR THE BOLIVARIAN REVOLUTION!
Comrade Nicolás Maduro Moros,
President of the Bolivarian Republic of Venezuela
Chavista and Bolivarian people of Venezuela:
Convoked by the international Executive Secretariat of the Organization of Solidarity of the Peoples of Africa, Asia and Latin America (OSPAAAL), we, political and diplomatic representatives from 19 Third World countries, have come together in the capital of Cuba --which for more than 50 years has offered committed hospitality to our tricontinental organization-- to celebrate a meeting in solidarity with our sister Venezuela, which is marching forward, unstoppable, victory after victory, along the road to defeat the brutal and sustained counterrevolutionary escalade of the oligarchy and imperialism against the Bolivarian Revolution.
For the last 19 years and after the first and historical electoral victory of the unforgettable President Hugo Chávez Frías, Venezuela has lived under the permanent siege of the most powerful power of the planet and its allies.
All the tools of the so-called non-conventional war have been employed against the Bolivarian Revolution of Venezuela: attempt of coup d’état, successive maneuvers of internal destabilization, despicable violence, terrorist acts, fascist crimes, economic, financial and media war, political-diplomatic isolation strategies, and open meddling in its internal affairs, in violation of International Law and of the universally accepted terms of coexistence between the States.
Those who attack and pretend to crush it have fabricated numberless pretexts and perverse distortions, and have manipulated internal situations without the slightest sense of dignity, whose solution corresponds strictly to the Venezuelans. The unquestionable truth is that the Bolivarian Revolution of Venezuela has been systematically threatened and harassed because of its firmness in exercising its most elementary right to self-determination, and because the transforming work it is carrying out is a sovereign challenge to the imperial attempts of hegemonic continental and global domination.
The Venezuelan people, headed by the eternal Commander Hugo Chávez and his successor, President Nicolás Maduro, has re-founded a horizon of emancipation and reaffirmation of independence that approaches it with brotherly ties to the historical battle waged by the Cuban Revolution and to the subsequent victories of other Latin American peoples who struggle and resist; it has opened a path of far-reaching transformations in defense and benefit of the historically oppressed popular majorities; of social justice, dignity and civic participation; of solidarity, cooperation, unity and continental integration.
It has emerged as winner of 21 elections recognized for their transparency, and has respected those with adverse results, an attitude that is example of civism, patriotism and democratic vocation. It has resisted all threats and has transcended them with abnegation and huge sacrifices. It has given countless evidence of its will to dialogue and coexistence, of commitment with peace and life.
In recent days, after the call to presidential elections made by the National Constituent Assembly, the attacks against Venezuela have increased, particularly against its political and electoral system, as part of a reactionary strategy of media, political-diplomatic and economic-financial harassment that aims at its isolation and submission, at tarnishing the image of President Nicolás Maduro, at demoralizing the chavista and Bolivarian people.
The open involvement of the United States in that systematic escalade of hostility includes, from the crazy and unsustainable Executive Order of Barack Obama’s administration declaring Venezuela “an unusual and extraordinary threat” to the national security of the United States, to the most recent statement of President Donald Trump, who has stated that he does not discount a direct military intervention against Venezuela.
Under such earnest circumstances, the first trench of struggle and resistance rises in Venezuela against the power derived from the use of force to perpetuate inequality and injustice. The cause of the Bolivarian Revolution is the cause of its whole people. The battle for Venezuela must be the battle of an entire continent.
The defense of peace in Venezuela is a duty of honor agreed by all member countries of CELAC, which signed the Proclaim of Latin America and the Caribbean as Zone of Peace, a text that incorporates respect for the inalienable right of each people to choose its political, economic, social and cultural system. To honor that commitment excludes fissures or subgroups. Peace in Venezuela means peace in the continent.
The fatherland of Bolívar and Chávez has received numerous evidences of militant solidarity. Under the present conditions it is the first priority of our efforts in solidarity. From this meeting that brings together representatives of brotherly Third World peoples, we convoke to multiply activities and the most diverse initiatives in support of the Bolivarian Revolution of Venezuela, aimed at defending its sovereignty, independence and right to self-determination, to reject any warlike option that may threaten peace, to disseminate reality with objectivity and oppose it to hatred and lies.
The people of Venezuela --ever more organized and in permanent mobilization-- will conquer its 22 victory in the elections on April 22, a happy coincidence. Emerged from the very core of the people, as authentically humble than firm, our comrade Nicolás Maduro will be reelected president of the Bolivarian Republic of Venezuela.
We will participate in that battle from the platforms and trenches of international solidarity. We will strengthen the unity of our peoples in defense of justice and truth. We will celebrate that victory as our own because:
We are all Venezuela!
Venezuela is not alone!
Venezuela will continue winning!
A tricontinental embrace for the Bolivarian Revolution!
Message released in Havana on February 15, 2018, at the end of a tricontinental meeting in solidarity in which representatives from the following countries participated: Angola, Burkina Faso, Chile, Cuba, Democratic Saharaui Arab Republic, Dominica, Ecuador, Equatorial Guinea, Guinea Conakry, Korea DPR, Kuwait, Laos, Mali, Nicaragua, Palestine, Puerto Rico, South Africa, Venezuela and Yemen.
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