De: Purificacion G. de la Blanca [mailto:p.delablanca14@gmail.com]
NUEVA ESTRATEGIA IMPERIAL CONTRA LOS PUEBLOS PROGRESISTAS DE AMÉRICA LATINA
Ojos para la Paz
En Nicaragua, el departamento de Estado, a través del Instituto Demócrata Nacional (NDI), continúa siendo una de las agencias gubernamentales de los Estados Unidos, que utiliza para canalizar fondos y financiar a grupos políticos y ONG opositores con los cuales intenta promover a través de mentiras y difamaciones un cambio de gobierno. NDI es un organismo que posee un portafolio de trabajo con varios proyectos para encubrir su rol, como recetario de planes subversivos y desestabilizadores en países progresistas, uno de los programas que impulsa la NDI son los dirigidos a promover el liderazgo y la capacitación de jóvenes activistas. En el caso de Nicaragua, dicha agencia destina más de 5 millones de dólares anuales. La CIA, la National Endowment for Democracy (NED), el Instituto Republicano de Investigación (IRI) y Freedonm House, la USAID, la Soros Fundation, entre otros "organismos humanitarios", inician una nueva estrategia injerencista que se conoce como "golpe suave" en contra de los gobiernos de Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Cuba. Organizaciones que supuestamente promueven la paz pero que se dedican a la desestabilización. Hay que ponerse en guardia contra ellas. En Egipto, Rusia y China ya están estableciendo controles para prevenir este tipo de infiltración
La nueva estrategia imperial contra los pueblos progresistas de Latinoamérica: los "Golpes suaves"
No es fácil describir las constantes agresiones que nuestra Patria Grande Latinoamericana ha sufrido por parte del imperialismo esclavista norteamericano durante más de 200 años. Tácticas y estrategias de guerra sucia han sido aplicadas en los distintos países de la región, incluyendo a Nicaragua, desde golpes de Estado, asesinatos, magnicidios, desaparecidos, torturados, dictaduras brutales, atrocidades, persecución política, sabotajes económicos, guerra mediática, subversión, infiltración de paramilitares, terrorismo diplomático, intervención electoral, bloqueos y hasta invasiones militares.
Washington logró imponer durante el siglo XX, su agenda terrorífica por toda Sudamérica, instalando, apoyando y financiando dictaduras bajo su mando y luego gobiernos neoliberal`es que seguían las órdenes del Fondo Monetario Internacional y el Consenso de Washington. Y ni digamos del aislamiento impuesto a nuestros hermanos cubanos con un bloqueo económico inhumano por más de 50 años, las guerras sucias impuestas en Centroamérica en los años setenta y en los años ochenta contra la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua, con el artero argumento de la "amenaza comunista" en la región.
A pesar de todo, ante todas estas maniobras, los EEUU no lograron contener que la semilla de esperanza, de dignidad y de liberación germinara por toda la región. Los pueblos se estaban levantando, el pensamiento vivo de Sandino, de Bolivar, de Martí estaba floreciendo aún más, la llama de la libertad soberana estaba prendida de nuevo.
De inmediato, Washington activó sus redes al sur de la frontera, donde desde décadas mantenía grupos paramilitares, organizaciones políticas, medios de comunicación, instituciones y agencias a su servicio. Reanudaron la maquinaria de agresión, esta vez a una escala mayor. Las garras imperiales intentaban sumergirse en las tierras libres de Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Honduras y en cualquier rincón que olía a revolución.
El objetivo de Washington era buscar la manera de detener la expansión revolucionaria en la región. Estaba moviendo sus piezas, aumentando el financiamiento a los partidos políticos y las organizaciones no gubernamentales (ONG) promotoras de su agenda. Las dos principales agencias financieras de Estados Unidos establecidas para realizar gran parte del trabajo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) pero con una fachada legítima, ampliaron su presencia por toda América Latina.
Es así que la Agencia del Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID), el brazo financiero del Departamento de Estado, la National Endowment for Democracy (NED), el Instituto Republicano de Investigación (IRI) y Freedonm House, entre otros "organismos humanitarios", inician una nueva estrategia injerencista que se conoce como "golpe suave" en contra de los gobiernos de Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Cuba.
El concepto fue creado en el año 1983, a partir de ahí se han venido instalando gobiernos subordinados al poder imperial desde Suramérica al Cáucaso y Asia. A través de la creación de una serie de "fundaciones" como el Instituto Albert Einstein (AEI), National Endowment for Democracy (NED),el Instituto Demócrata Nacional (NDI), el Instituto Republicano Internacional (IRI), y Freedom House, entre otras, el gobierno de los Estados Unidos comenzaba a filtrar financiamiento y asesoría estratégica a partidos políticos y organizaciones sociales que promueven su agenda en países con gobiernos no alineados con los intereses estratégicos de Washington.
En Nicaragua, el departamento de Estado, a través del Instituto Demócrata Nacional (NDI), continúa siendo una de las agencias gubernamentales de los Estados Unidos, que utiliza para canalizar fondos y financiar a grupos políticos y ONG opositores con los cuales intenta promover a través de mentiras y difamaciones un cambio de gobierno.
NDI es un organismo que posee un portafolio de trabajo con varios proyectos para encubrir su rol, como recetario de planes subversivos y desestabilizadores en países progresistas, uno de los programas que impulsa la NDI son los dirigidos a promover el liderazgo y la capacitación de jóvenes activistas.
En el caso de Nicaragua, dicha agencia destina más de 5 millones de dólares anuales. En un último evento financiado por la agencia se enfocaron en las actividades colaterales de la mediática Convención Nacional Demócrata. Desde Washington, destinaron cerca de 1 millón de dólares para organizar el denominado Foro Internacional de Lideres (ILF) con el propósito de facilitar el intercambio entre activistas políticos de la "Sociedad Civil" de diversos países del mundo.
El cabecilla contrarrevolucionario cubano Manuel Cuesta Morua de Arco Progresista y miembro de la Mesa de Unidad de Acción en Cuba, y Ana Margarita Vijil, actual Presidenta del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) y activista del Movimiento Ciudadano por la Libertad, estuvieron entre los invitados más "Ilustres" del NDI.
En el foro, el NDI facilitó que ambos opositores expusieran la supuesta realidad y desafíos de los nicaragüenses y cubanos para restablecer la fallida democracia, los derechos cívicos y políticos en ambos países, tomando como referencia los procesos electorales que tendrían lugar en Nicaragua y Cuba en el 2016 y 2018.
Grupos promotores del desorden y la desobediencia civil
Estos grupos minoritarios creados, aleccionados y financiados por estas agencias estadounidenses para promover la desestabilización y el desorden cívico, comparten el presunto requisito de representar supuestamente a minorías, son admiradores del modelo gringo, sin importar los indicadores que contradicen la práctica del Bienestar Social, se llaman a sí mismos activistas de paz, pero en la práctica ejercen apología al desorden, la violencia, promueven manifestaciones, provocaciones y altercados al orden social establecido y legitimado por la mayoría de la sociedad.
Se concentran en denunciar una supuesta realidad de violaciones y agresiones a la democracia, los derechos humanos, políticos y civiles y una supuesta corrupción generalizada, se consideran líderes de la "Nueva Izquierda" en la región, militando desde partidos opositores financiados por EEUU, son cercanos a los círculos de poder estadounidense, en particular entre los congresistas de tendencia fascista y de origen cubano, como Ileana Ros-Lehtinen y Marco Rubio, creadores de la Ley Nica Act.
Incentivar el liderazgo de los jóvenes y la promoción de los Derechos Humanos, la movilización social como herramienta para oponerse a supuestos gobiernos dictatoriales, lucha por lograr la institucionalización de las organizaciones y movimientos que dirigen, la necesidad de un cambio de gobierno, demanda de reformas electorales y constitucionales en el país, todo esto por medio de personas que trabajan a sueldo utilizando el diversionismo ideológico y la manipulación en masa a través de las redes sociales o en los medios de la derecha local, promoviendo marchas que llamen a una rebeldía juvenil popular inexistente con el propósito de violentar el orden establecido, o bien azuzando e irrespetando a las autoridades policiales para grabarlas con smarthphones y difamar la acción policial en Facebook.
Todas estas estrategias de manipulación a la sociedad ya fueron utilizadas en Egipto, en Libia y en Siria, en Libia iniciaron engañando al pueblo de que Gadafi era un dictador que no permitía la libertad a su pueblo y que debían de luchar por esa libertad, entró la idea en el pueblo libio y hoy lo que tiene ese pueblo es muerte y destrucción y la llamada libertad no llegó cuando Libia era el país africano con el mejor Producto Interno Bruto (PIB) y vivían en paz sin terroristas y con todos los beneficios básicos que un individuo puede tener, además de educación gratuita y salud, hoy Libia es un infierno impuesto por las promesas de libertad de occidente.
La verdad es que esos llamados liderazgos de oposición ni son autónomos, ni son autóctonos, ni son genuinos. Todos son un calco del patrón original de "Líderes Sociales" creado por el Instituto Albert Einstein, otra "fundación dirigida por las políticas de Washington, al calor de la teoría de las revoluciones de colores o golpes suaves y los procesos de transición desde la "Sociedad Civil" en el mundo que prometen libertad a cambio de quitar los gobiernos que no están alineados con los intereses estratégicos de Washington, pero al final la libertad nunca llega, solo la muerte, la destrucción y el caos.
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