La revelación de una noche infinita.
Hace dos años dos meses.
"Angola, para no olvidar"
Aquella noche del 6 de febrero del 2019, asombró, a los que no sabían, la revelación que hicieron los otros dos hijos, Chairo y Leandro, cuando explicaron que no fueron admitidos en sus respectivas unidades, porque ya tenían un hermano en el Frente de combate.
Los invitados eran los esposos González Perpiñal. Él, director del Primer Museo Suramericano Ernesto Che Guevara de la Serna; y ella, la solidaria de "Chao Bloqueo", Irene de Cuba. Parecen nombres de leyendas, así son ellos: leyenda, como tradición han hecho renacer la Historia del Comandante Ernesto Che Guevara en un pequeño y original Museo, en Buenos Aires, Argentina. Desde su casa para el mundo repartieron la solidaridad con Cuba en los tiempos más difíciles del cruento Bloqueo impuesto por Estados Unidos a nuestro pueblo.
Los dos se asombraron cuando al comenzar la tertulia escucharon la voz de Chairo, el menor de nuestros hijos. La conversación fue transcrita a continuación:
-Chairo: ¡Atención! Y miramos todos hacia él, que seguidamente explicó con voz autorizada: El mayor (Leandro) y yo, hemos respetado que Liván sea "punta de mesa", hoy, por internacionalista y además, porque es su cumpleaños le damos "la punta de mesa."
Todos aplaudimos. La "punta de mesa" significa la presidencia de la mesa, los hermanos quisieron distinguir al combatiente en Angola: Liván, Héroe de Cuito Cuanavale. Era su cumpleaños.
Aquella noche, él respondía a los hijos, sobrinos y a los dos amigos presentes: Irene y Eladio que lo miraban con simpático as
ombro.
-Eladio: ¿Cómo fue eso Liván?
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