De: Purificacion G. de la Blanca [mailto:p.delablanca14@gmail.com]
Enviado el: domingo, 02 de julio de 2017 01:10 p.m.
Ojos para la Paz
¿QUÉ ES EL CETA, ACUERDO DE LIBRE COMERCIO ENTRE LA UNIÓN EUROPEA Y CANADÁ?
A finales de octubre del pasado año la Unión Europea y Canadá firmaron un acuerdo, el CETA. Este pacto de libre comercio se desarrolla en 13 capítulos y ambas partes estuvieron negociando desde 2009 para alcanzar el consenso. Pero, ¿qué es exactamente el CETA? ¿Cómo beneficia a Canadá? ¿O a Estados Unidos? ¿Y qué pasa con la UE? El CETA es un acuerdo de libre comercio cuyas siglas, provienen de 'Comprehensive Economic and Trade Agreement'. El CETA reduce las tasas aduaneras para un gran número de productos y estandariza normas para favorecer los intercambios y para cambiar profundamente las relaciones comerciales entre los dos territorios. Pero...
La principal crítica al CETA es que existe un acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Canadá, firmado el 4 de octubre de 1988 y concluido en octubre de 1987. Por tanto suscribir un acuerdo de libre comercio con Canadá convierte a este país en el Caballo de Troya de Estados Unidos en la Unión Europea. El Acuerdo de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Canadá fue un acuerdo comercial , que eliminó las restricciones al comercio de varias etapas a lo largo de un período de diez años, y dio como resultado, entre otras cosas, el establecimiento de procedimientos extrajudiciales para dirimir las controversias. Es decir: Ha minado la soberanía democrática estableciendo un sistema de arbitraje para resolver los conflictos al margen de los tribunales de justicia.
¿Quién ha negociado el CETA?
La Comisión Europea y el gobierno de Canadá. Los comisarios de Comercio, primero Karel de Gutch y desde 2014 Cecilia Malmstrom, han sido los encargados de negociar en nombre de los veintiocho países de la Unión, que han cedido sus competencias en materia comercial al Ejecutivo comunitario. Steve Verheul ha sido el negociador jefe de Canadá hasta agosto, cuando el primer ministro lo sustituyó por Pierre Pettigrew. Es decir: tiene un coste democrático inaceptable.
Según el Consejo de los Canadienses, la mayor organización de acción social de Canadá, el CETA provocará una caída del 0,5 % del Producto Interior Bruto de la UE y del 1 % del PIB de Canadá. Conllevará la pérdida de 230.000 empleos de aquí a 2023, la mayoría en Europa, y presionará a la baja los salarios.
"El CETA busca una restricción deliberada de la soberanía democrática y del margen de maniobra política de gobiernos y parlamentos" dice Tom Kucharz, portavoz del movimiento 'No al TTIP', que agrupa en España a quienes se oponen a estos tratados. Creen que el acuerdo beneficia a las multinacionales en detrimento de los trabajadores, mina los estándares de protección del consumidor y el medio ambiente, pone en riesgo los derechos laborales y favorece la privatización de los servicios públicos.
Y mantiene "los privilegios que permitirán a las grandes empresas reclamar millones de euros en compensaciones cuando las leyes limiten su capacidad de ganar dinero" dice Pia Eberhard, del Observatorio Corporativo Europeo (CEO).
Las empresas podrán frenar reformas que busquen mejorar la protección del medio ambiente, los estándares laborales o blindar ciertos sectores si alegan que perjudican sus intereses, explican. Unas 46.000 filiales de compañías estadounidenses basadas en Canadá podrían demandar a la UE con este sistema, según sus cálculos.
Movimientos de izquierda y antiglobalización han criticado el CETA, entre otras cosas, por la opacidad con la que se negoció. Lo consideran "el caballo de Troya" del acuerdo TTIP que se discute con Estados Unidos y le achacan que beneficia a las multinacionales y no a los ciudadanos. El ámbito que más desconfianza ha generado es el de los arbitrajes del denominado Investment Court System (ICS), un sistema privado de administración de Justicia entre inversores y Estados con el que se pretende estandarizar interpretaciones y acelerar las decisiones.
El ICS y la protección a los inversores. El Sistema de Tribunal de Inversiones (ICS por sus siglas en inglés) es un mecanismo que establece cortes de arbitraje especiales para que los inversores extranjeros puedan demandar a los estados y dirimir los conflictos sin pasar por los tribunales ordinarios de cada país. Todo directo hacia un gobierno de las transnacionales que escapa hasta de los tribunales de justicia.
"Se debe rechazar el CETA, el acuerdo de libre comercio entre la UE y Canadá. Es un acuerdo que pertenece a otra era. […] El control legal que se propone es claramente inadecuado, especialmente en lo referente a las cuestiones claves sobre la remuneración de los árbitros que pueden generar todo tipo de abusos. En el mismo momento en que el imperialismo legal americano gana fuerza e impone sus reglas y cuotas sobre nuestras empresas, esta disminución de la justicia pública es una aberración. La prioridad debe estar en crear autoridades públicas fuertes, crear el papel de fiscal, incluyendo un fiscal europeo con capacidad para hacer respetar sus decisiones." Thomas Piketty, economista, École des hautes études en sciences sociales.
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