miércoles, 18 de enero de 2023

Fwd: julieta y carlos

From: Froilan y Adys <froilan@cubarte.cult.cu>
Sent: Wednesday, January 18, 2023 to:  Irene Perpiñal' <irenecuba@hotmail.com>
Subject:  julieta y carlos

JULIETA Y CARLOS.
Mexicana y cubano con dos patrias en su corazón.
Por Adys Cupull y Froilán González.
Hoy 18 de enero del 2023 recibimos una triste noticia, la mexicana y cubana
Julieta Martínez Rivera de Maristany, había fallecido. Con frecuencia hablaba de su cariño por Cuba y México, sabe conjugar estos dos grandes amores. 
Desde 1974 a 1980 la veíamos diariamente en la Oficina Cultural de la Embajada de Cuba donde se desempeñaba como agregada cultural, atendiendo amablemente y con elevada cultura al público que llega para indagar sobre la
historia del país, busca revistas, periódicos o material informativo. Con alegría informa cuando le ponían Ernesto Che Guevara a una Escuela o querían organizar una exposición sobre los logros de la Revolución o un grupo de
jóvenes preparaban una excusión a Cuba.   Julieta Martínez Rivera era la esposa de Carlos Maristany Sánchez, quien
fuera Ministro de Comunicaciones durante el gobierno del doctor Carlos Prío
Socarrás, se convirtió en un eficiente y leal colaborador de Fidel y los moncadistas contra la dictadura de Fulgencio Batista y en la organización de la expedición del yate Granma.
La conocimos en México cuando la nombraron Agregada Cultural de la Embajada y establecimos una gran amistad. La entrevistamos en varias ocasiones y cada vez que viajábamos a México, la visitamos y en la última ya enferma le
filmamos. Habló de su intensa vida de luchas contra la dictadura de Batista, el apoyo a Fidel y los expedicionarios del Granma, los 18 años que acompañó a su esposo como Embajador de Cuba en varios países europeos.   En un Congreso de Ministros de Comunicaciones de América Latina celebrado en Ciudad México conoció a su esposo, nacido en la ciudad cubana de. Matanzas. Relató que ella nació el 2 de julio de 1923 en ciudad de México y el 30 de septiembre de 1950 se casaron en los Jardines de San Ángel.  Relataba la boda con lujos de detalles, como lo más hermoso de su vida, dijo
fue  amenizado por Los Violines de Villafontana, un grupo que alcanzó gran
éxito y eran contratados para bodas espectaculares, los músicos se paseaban entre las mesas de los invitados.
La agrupación fue fundada por Pérez Vázquez nacido el 3 de junio de 1929 en el seno de una familia musical, se vinculó a los más grandes autores y compositores de la música sinfónica. Desarrolló sus estudios de manera
autodidacta, rodeándose de los más grandes músicos y cantantes de su tiempo, entre ellos Pedro Vargas, Consuelo Velázquez, Agustín Lara, Bola de Nieve, María Félix y José Antonio Méndez.  En 1953 se inauguró en Paseo de la Reforma y Niza en el famoso restaurante Villafontana y en 1955 se convirtieron en "LOS VIOLINES MÁGICOS DE
VILLAFONTANA". Con 10 violines, contrabajo y 2 pianos vestidos de etiqueta rigurosa con frac y ofrecían un repertorio de las piezas internacionales más famosas y populares. Mostró fotos de la boda, de las misiones diplomáticas
que cumplieron y nos regaló un disco de los Violines mágicos de Villafontana. Relató que en 1956 en México, se efectuó la primera reunión con Fidel, Raúl y Juan Manuel Márquez.  Los primeros contactos fueron en el restaurante Nápoles al lado del cine Independencia. Por indicaciones de Fidel se 
trasladaron en tres ocasiones a la ciudad norteamericana de Miami para cumplir complejas misiones entre ellas obtener recursos para comprar el yate "Granma" y una entrevista de Fidel con el ex presidente cubano Carlos Prío Socarrás.
Julieta narró que como Carlos Maristany estaban fichados por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, viajaban en el automóvil para burlar los controles y se trasladó por carretera desde la capital mexicana hasta Laredo, Texas, se hospedó en el hotel Mc Allen, lugar señalado para la entrevista.
Participaron en la adquisición de granadas y otras armas y en ocasión que las trasladaban en su automóvil para Tampico para ser embarcadas a Cuba sufrieron un accidente, que le provocó un aborto y la fractura de la pierna derecha, pero pudieron salvar la carga. Al llegar la grúa de auxilio
llevaron el auto hasta una casa de confianza en lugar de un taller y de ese modo poder proteger y resguardar el cargamento. Por sus actividades revolucionarias fue detenida por los servicios de inteligencia de la dictadura de Batista y también en Miami.  Al respecto relató que estaban en el hotel y tocaron a la puerta con el pretexto de entregar un telegrama. Respondieron que lo pasaran por debajo de la puerta.
Respondieron que era la policía. Detuvieron a Carlos, pero ella dijo que como era extrajera prefería acompañarlo y le dijeron usted también va presa.  Los llevaron al Buró de Investigaciones, a una prisión en el centro de la
ciudad de Miami.  A Carlos lo metieron a la prisión y a ella sentada en una silla, así  estuvieron unas 36 o 38 horas.  Carlos le dijo que era mejor avisar a los compañeros.  Salió y se puso en contacto con ellos que empezaron a
movilizarse inmediatamente, buscaron un abogado y los amigos contribuyeron a pagar la fianza que era una suma bastante alta y Carlos pudo salir, pero le pedían dos años de prisión con siete días. Señaló: "No pudimos salir de Miami, Carlos estaba confinado a la ciudad. Lo habían dejado libre y hasta que no se le hizo el juicio estábamos en Miami.
Salió bajo palabra que, si volvía a incurrir en algo, nunca más podría entrar en Estados Unidos.   "Regresamos a México y Fidel venía a la casa de mis padres para reunirse con Carlos, siempre llegaba acompañado de un compañero o dos, para su
seguridad, siempre se quedaban en la parte de afuera, o sea, en la calle y lo cuidaba. Un día mi hermana venía de la calle y encuentra a estos desconocidos y no se atrevía a entrar a la casa, porque pensó era algo anormal, hasta que se decidió y encontró que Fidel estaba dentro.  "Cuando llegaba Fidel a la casa de mis padres, ellos y mis hermanas, se retiraban de inmediato de la sala, sabían que Carlos tenía algo importante
para tratar y disciplinadamente tomaban esta actitud, nunca supimos de qué hablaban.  "Otro día Fidel estaba comiendo o almorzando y Carlos guardaba desde hacía mucho tiempo una lata de coco rallado cubana, siempre decía era para una
buena ocasión y pasó el tiempo, pero ese día se había decidido a abrir la lata para el postre y en ese momento llegó Fidel y Carlos lo invitó a comer a todo lo del coco rallado desapareció, haciendo mención a la buena ocasión
que siempre había esperado Carlos para abrir la lata.
"Una vez estando Fidel en la casa, Carlos le dijo: "Bueno, ya está listo el Granma, pero no tiene radio, tú tienes que estar en contacto con nosotros para que te demos parte del servicio meteorológico, tanto de Cuba como de México y Fidel le respondió: "No le pongas nada al Granma, porque si yo
salgo, llego, si yo llego, entro y si yo entro, triunfo, o me voy al fondo del mar…"   "Cuando salió el Granma dejaron en México deudas, entre ellas las del alquiler de automóviles, de alojamientos, alimentos y logramos pagar todas las deudas. Y con eso se salvó todo el prestigio y evitamos el descrédito
que podría surgir, porque algunos periódicos hacían propaganda contra los expedicionarios, señalando habían venido a sorprender, a llevarse cosas indebidas y no pagar. Se pagó absolutamente todo, hasta el último centavo. "No solamente por prestigio y honradez, sino por medidas de seguridad porque algunas armas se compraron a crédito, sino se pagaban podían denunciar y juzgar a las personas que había dado la dirección e identidad. "Seguimos todos los acontecimientos, el desembarco, las mentiras,
manipulaciones, la lucha en la Sierra Maestra, la invasión a occidente, el triunfo revolucionario. Siempre seguimos las noticias y cables respecto a la llegada de los expedicionarios a Cuba.  "Juan Manuel Márquez le dijo a Carlos: "Mira Maristany, cuando tu oigas que mataron a Fidel, es mentira, pero si oyes que mataron a Juan Manuel Márquez,
entonces sí es verdad, porque siempre vamos a estar juntos. Yo no me voy a separar de él.  "Al triunfar la Revolución en 1959, llegamos a Cuba, fue verdaderamente
conmovedor el abrazo que le dieron Fidel y el Che a Carlos y cuando Fidel lo veía le mostraba su cariño. En 1959 Carlos Maristany fue designado Embajador de Cuba y permanecimos durante 18 años ocupando esa responsabilidad en diversos países europeos, en 8 de los cuales fuimos
decanos del Cuerpo Diplomático, cargo ocupado por primera vez por un país de Latinoamérica y por un país socialista.
"Regresamos a Cuba, Carlos venía muy enfermo, ya no podía trabajar   y le pedí a Fidel el deseo de vivir en México donde estaba mi familia. Fidel muy cariñoso, comunicativo, amable me nombró Agregada Cultural de la Embajada…"
Julieta dominaba varios idiomas, inglés desde la época de sus estudios universitarios, luego francés, ruso e italiano. En esos años seguía estudiando acerca del desarrollo cultural y político de este país, asistiendo a los cursos prácticos los sábados y domingos con grupos dirigidos por maestros de la Universidad y de Antropología. Una tarde junto al Embajador Fernando López Muiño recibimos un mensaje de Fidel para entregarle a Carlos Maristany la medalla XX aniversario del
Desembarco del Granma y la condición de militante del Partido Comunista. Analizamos la forma de la entrega, pero su estado de salud era muy delicado y era aconsejable de inmediato ir a comunicarlo y después organizábamos la
ceremonia solemne y esa misma tarde fuimos a informarle.
Julieta relató que fue la emoción más grande que había recibido se sintió muy feliz, pero a los pocos días se agravó, para no levantarse más. Por esa intuición o esa característica que tiene nuestro Comandante en Jefe, Carlos Maristany supo antes de morir, la honrosa distinción que le hacía la patria.
Poco después falleció y el cadáver fue llevado a Cuba.
En la funeraria se encontraban los compañeros del Comité Central, Blas Roca y Carlos Rafael Rodríguez y otros miembros. Le preguntaron si Carlos Maristany conocía que se le habían otorgado la militancia y a tanta insistencia de los compañeros ella le preguntó a Carlos Rafael ¿por qué
varios compañeros le habían hecho la pregunta?
Carlos Rafael le respondió que, en la última reunión del Comité Central, se había tomado el acuerdo de entregar en un acto en Cuba el Carnet del Partido y la Medalla XX Aniversario a Carlos. Después de tomado el acuerdo, Fidel pidió a los compañeros que se hiciera el acto, pero que Maristany debía
saberlo inmediatamente. Fue por esta decisión que al terminarse la reunión el mismo Carlos Rafael puso el cable a la Embajada de Cuba en México y se le comunicó de inmediato la noticia a Carlos.  Por los destacados méritos de Julieta y los aportes al desarrollo del arte y la literatura cubanos, en nombre de la Unión de Escritores y Artistas de
Cuba (UNEAC), Miguel Barnet, le entregó un diploma de reconocimiento donde destacó la fidelidad de Julieta Martínez y su esposo Carlos de Maristany a los líderes Fidel y Raúl Castro; así como a la Revolución Cubana.  Julieta ratificó que continuará defendiendo y promoviendo la cultura e historia de la Isla; al tiempo que manifestó sentirse orgullosa al evidenciar los logros alcanzados por el gobierno y pueblo cubanos durante los más de cincuenta años de Revolución.
Primer Museo Suramericano de Buenos Aires,
"Comandante Ernesto Che Guevara"


calle Rojas 129, esquina Yerbal, barrio Caballito (1405),
CABA - República Argentina
teléfono  5 3720744    móvil  15 38204473
face - Eladio González 
Vacunate contra el Corona Virus, usa barbijo y correctamente para que te cubra nariz y boca, mantené distancia preventiva, extrema la limpieza, educa en la prevención a tus hijos y a los hijos de los demás.  Doná sangre, células madre y órganos.  Se de los que AMAN y CONSTRUYEN.  No seas de los que ODIAN y DESTRUYEN. (José Martí, cubano, fué Cónsul de Argentina en Nueva York y corresponsal de nuestro argentino diario "La Nación".
Enviado desde Outlook para Android

From: Froilan y Adys <froilan@cubarte.cult.cu>
Sent: Wednesday, January 18, 2023 5:22:29 PM
To: 'Irene Perpiñal' <irenecuba@hotmail.com>
Subject: RV: julieta y carlos
 

JULIETA Y CARLOS.

Mexicana y cubano con dos patrias en su corazón.

Por Adys Cupull y Froilán González.

Hoy 18 de enero del 2023 recibimos una triste noticia, la mexicana y cubana
Julieta Martínez Rivera de Maristany, había fallecido. Con frecuencia
hablaba de su cariño por Cuba y México, sabe conjugar estos dos grandes
amores. 
Desde 1974 a 1980 la veíamos diariamente en la Oficina Cultural de la
Embajada de Cuba donde se desempeñaba como agregada cultural, atendiendo
amablemente y con elevada cultura al público que llega para indagar sobre la
historia del país, busca revistas, periódicos o material informativo. Con
alegría informa cuando le ponían Ernesto Che Guevara a una Escuela o querían
organizar una exposición sobre los logros de la Revolución o un grupo de
jóvenes preparaban una excusión a Cuba. 
Julieta Martínez Rivera era la esposa de Carlos Maristany Sánchez, quien
fuera Ministro de Comunicaciones durante el gobierno del doctor Carlos Prío
Socarrás, se convirtió en un eficiente y leal colaborador de Fidel y los
moncadistas contra la dictadura de Fulgencio Batista y en la organización de
la expedición del yate Granma.
La conocimos en México cuando la nombraron Agregada Cultural de la Embajada
y establecimos una gran amistad. La entrevistamos en varias ocasiones y cada
vez que viajábamos a México, la visitamos y en la última ya enferma le
filmamos. Habló de su intensa vida de luchas contra la dictadura de Batista,
el apoyo a Fidel y los expedicionarios del Granma, los 18 años que acompañó
a su esposo como Embajador de Cuba en varios países europeos.
En un Congreso de Ministros de Comunicaciones de América Latina celebrado en
Ciudad México conoció a su esposo, nacido en la ciudad cubana de. Matanzas.
Relató que ella nació el 2 de julio de 1923 en ciudad de México y el 30 de
septiembre de 1950 se casaron en los Jardines de San Ángel.
Relataba la boda con lujos de detalles, como lo más hermoso de su vida, dijo
fue  amenizado por Los Violines de Villafontana, un grupo que alcanzó gran
éxito y eran contratados para bodas espectaculares, los músicos se paseaban
entre las mesas de los invitados.
La agrupación fue fundada por Pérez Vázquez nacido el 3 de junio de 1929 en
el seno de una familia musical, se vinculó a los más grandes autores y
compositores de la música sinfónica. Desarrolló sus estudios de manera
autodidacta, rodeándose de los más grandes músicos y cantantes de su tiempo,
entre ellos Pedro Vargas, Consuelo Velázquez, Agustín Lara, Bola de Nieve,
María Félix y José Antonio Méndez.
En 1953 se inauguró en Paseo de la Reforma y Niza en el famoso restaurante
Villafontana y en 1955 se convirtieron en "LOS VIOLINES MÁGICOS DE
VILLAFONTANA". Con 10 violines, contrabajo y 2 pianos vestidos de etiqueta
rigurosa con frac y ofrecían un repertorio de las piezas internacionales más
famosas y populares. Mostró fotos de la boda, de las misiones diplomáticas
que cumplieron y nos regaló un disco de los Violines mágicos de
Villafontana.
Relató que en 1956 en México, se efectuó la primera reunión con Fidel, Raúl
y Juan Manuel Márquez.  Los primeros contactos fueron en el restaurante
Nápoles al lado del cine Independencia. Por indicaciones de Fidel se
trasladaron en tres ocasiones a la ciudad norteamericana de Miami para
cumplir complejas misiones entre ellas obtener recursos para comprar el yate
"Granma" y una entrevista de Fidel con el ex presidente cubano Carlos Prío
Socarrás.
Julieta narró que como Carlos Maristany estaban fichados por los servicios
de inteligencia de Estados Unidos, viajaban en el automóvil para burlar los
controles y se trasladó por carretera desde la capital mexicana hasta
Laredo, Texas, se hospedó en el hotel Mc Allen, lugar señalado para la
entrevista.
Participaron en la adquisición de granadas y otras armas y en ocasión que
las trasladaban en su automóvil para Tampico para ser embarcadas a Cuba
sufrieron un accidente, que le provocó un aborto y la fractura de la pierna
derecha, pero pudieron salvar la carga. Al llegar la grúa de auxilio
llevaron el auto hasta una casa de confianza en lugar de un taller y de ese
modo poder proteger y resguardar el cargamento. 
Por sus actividades revolucionarias fue detenida por los servicios de
inteligencia de la dictadura de Batista y también en Miami.  Al respecto
relató que estaban en el hotel y tocaron a la puerta con el pretexto de
entregar un telegrama. Respondieron que lo pasaran por debajo de la puerta.
Respondieron que era la policía. Detuvieron a Carlos, pero ella dijo que
como era extrajera prefería acompañarlo y le dijeron usted también va presa.
Los llevaron al Buró de Investigaciones, a una prisión en el centro de la
ciudad de Miami.
A Carlos lo metieron a la prisión y a ella sentada en una silla, así
estuvieron unas 36 o 38 horas.  Carlos le dijo que era mejor avisar a los
compañeros.  Salió y se puso en contacto con ellos que empezaron a
movilizarse inmediatamente, buscaron un abogado y los amigos contribuyeron a
pagar la fianza que era una suma bastante alta y Carlos pudo salir, pero le
pedían dos años de prisión con siete días.
Señaló: "No pudimos salir de Miami, Carlos estaba confinado a la ciudad. Lo
habían dejado libre y hasta que no se le hizo el juicio estábamos en Miami.
Salió bajo palabra que, si volvía a incurrir en algo, nunca más podría
entrar en Estados Unidos.
 "Regresamos a México y Fidel venía a la casa de mis padres para reunirse
con Carlos, siempre llegaba acompañado de un compañero o dos, para su
seguridad, siempre se quedaban en la parte de afuera, o sea, en la calle y
lo cuidaba. Un día mi hermana venía de la calle y encuentra a estos
desconocidos y no se atrevía a entrar a la casa, porque pensó era algo
anormal, hasta que se decidió y encontró que Fidel estaba dentro.
"Cuando llegaba Fidel a la casa de mis padres, ellos y mis hermanas, se
retiraban de inmediato de la sala, sabían que Carlos tenía algo importante
para tratar y disciplinadamente tomaban esta actitud, nunca supimos de qué
hablaban.
"Otro día Fidel estaba comiendo o almorzando y Carlos guardaba desde hacía
mucho tiempo una lata de coco rallado cubana, siempre decía era para una
buena ocasión y pasó el tiempo, pero ese día se había decidido a abrir la
lata para el postre y en ese momento llegó Fidel y Carlos lo invitó a comer
a todo lo del coco rallado desapareció, haciendo mención a la buena ocasión
que siempre había esperado Carlos para abrir la lata.
"Una vez estando Fidel en la casa, Carlos le dijo: "Bueno, ya está listo el
Granma, pero no tiene radio, tú tienes que estar en contacto con nosotros
para que te demos parte del servicio meteorológico, tanto de Cuba como de
México y Fidel le respondió: "No le pongas nada al Granma, porque si yo
salgo, llego, si yo llego, entro y si yo entro, triunfo, o me voy al fondo
del mar…"
"Cuando salió el Granma dejaron en México deudas, entre ellas las del
alquiler de automóviles, de alojamientos, alimentos y logramos pagar todas
las deudas. Y con eso se salvó todo el prestigio y evitamos el descrédito
que podría surgir, porque algunos periódicos hacían propaganda contra los
expedicionarios, señalando habían venido a sorprender, a llevarse cosas
indebidas y no pagar. Se pagó absolutamente todo, hasta el último centavo.
"No solamente por prestigio y honradez, sino por medidas de seguridad porque
algunas armas se compraron a crédito, sino se pagaban podían denunciar y
juzgar a las personas que había dado la dirección e identidad.
"Seguimos todos los acontecimientos, el desembarco, las mentiras,
manipulaciones, la lucha en la Sierra Maestra, la invasión a occidente, el
triunfo revolucionario. Siempre seguimos las noticias y cables respecto a la
llegada de los expedicionarios a Cuba.
"Juan Manuel Márquez le dijo a Carlos: "Mira Maristany, cuando tu oigas que
mataron a Fidel, es mentira, pero si oyes que mataron a Juan Manuel Márquez,
entonces sí es verdad, porque siempre vamos a estar juntos. Yo no me voy a
separar de él.
"Al triunfar la Revolución en 1959, llegamos a Cuba, fue verdaderamente
conmovedor el abrazo que le dieron Fidel y el Che a Carlos y cuando Fidel lo
veía le mostraba su cariño. En 1959 Carlos Maristany fue designado
Embajador de Cuba y permanecimos durante 18 años ocupando esa
responsabilidad en diversos países europeos, en 8 de los cuales fuimos
decanos del Cuerpo Diplomático, cargo ocupado por primera vez por un país de
Latinoamérica y por un país socialista.
"Regresamos a Cuba, Carlos venía muy enfermo, ya no podía trabajar   y le
pedí a Fidel el deseo de vivir en México donde estaba mi familia. Fidel muy
cariñoso, comunicativo, amable me nombró Agregada Cultural de la Embajada…"
Julieta dominaba varios idiomas, inglés desde la época de sus estudios
universitarios, luego francés, ruso e italiano. En esos años seguía
estudiando acerca del desarrollo cultural y político de este país,
asistiendo a los cursos prácticos los sábados y domingos con grupos
dirigidos por maestros de la Universidad y de Antropología.
Una tarde junto al Embajador Fernando López Muiño recibimos un mensaje de
Fidel para entregarle a Carlos Maristany la medalla XX aniversario del
Desembarco del Granma y la condición de militante del Partido Comunista.
Analizamos la forma de la entrega, pero su estado de salud era muy delicado
y era aconsejable de inmediato ir a comunicarlo y después organizábamos la
ceremonia solemne y esa misma tarde fuimos a informarle.
Julieta relató que fue la emoción más grande que había recibido se sintió
muy feliz, pero a los pocos días se agravó, para no levantarse más. Por esa
intuición o esa característica que tiene nuestro Comandante en Jefe, Carlos
Maristany supo antes de morir, la honrosa distinción que le hacía la patria.
Poco después falleció y el cadáver fue llevado a Cuba.
En la funeraria se encontraban los compañeros del Comité Central, Blas Roca
y Carlos Rafael Rodríguez y otros miembros. Le preguntaron si Carlos
Maristany conocía que se le habían otorgado la militancia y a tanta
insistencia de los compañeros ella le preguntó a Carlos Rafael ¿por qué
varios compañeros le habían hecho la pregunta?
Carlos Rafael le respondió que, en la última reunión del Comité Central, se
había tomado el acuerdo de entregar en un acto en Cuba el Carnet del Partido
y la Medalla XX Aniversario a Carlos. Después de tomado el acuerdo, Fidel
pidió a los compañeros que se hiciera el acto, pero que Maristany debía
saberlo inmediatamente. Fue por esta decisión que al terminarse la reunión
el mismo Carlos Rafael puso el cable a la Embajada de Cuba en México y se le
comunicó de inmediato la noticia a Carlos.
Por los destacados méritos de Julieta y los aportes al desarrollo del arte y
la literatura cubanos, en nombre de la Unión de Escritores y Artistas de
Cuba (UNEAC), Miguel Barnet, le entregó un diploma de reconocimiento donde
destacó la fidelidad de Julieta Martínez y su esposo Carlos de Maristany a
los líderes Fidel y Raúl Castro; así como a la Revolución Cubana.
Julieta ratificó que continuará defendiendo y promoviendo la cultura e
historia de la Isla; al tiempo que manifestó sentirse orgullosa al
evidenciar los logros alcanzados por el gobierno y pueblo cubanos durante
los más de cincuenta años de Revolución.


No hay comentarios:

Publicar un comentario