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| Eusebio Leal Spengler: «Debo todo a la Revolución» Momento significativo dentro de la 26 Feria Internacional del Libro Cuba 2017 fue la entrega oficial del Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2016 al Historiador de la ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler. ... ampliar en este Semanario | | | |
| Obra y prédica del Historiador en letra impresa En vísperas del otorgamiento al Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, del Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2016 en el marco de la 26 Feria Internacional del Libro, fueron presentados sus libros más recientes por Argel Calcines, editor general de los mismos y de la revista Opus Habana, en el portal del antiguo Palacio de los Capitanes Generales, hoy Museo de la Ciudad. ... ampliar en este Semanario
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| Un día en la historia con Eusebio Leal Spengler La entrevista «Un día en la historia con Eusebio Leal Spengler», realizada por Argel Calcines al Historiador de la Ciudad, fue publicada en su libro Legado y memoria (2009). Por primera vez se reproduce digitalmente, tal y como apareció publicada en la versión impresa. Descargar pdf Un día en la historia con Eusebio Leal Spengler |
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| Eusebio Leal Spengler: «Debo todo a la Revolución» | Según el Acta del jurado, el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas ha sido conferido a Eusebio Leal Spengler «por su entendimiento de las Ciencias Sociales y las Humanidades con su carácter integral, en el que se articulan los impactos sociales, culturales y económicos. Por su aporte a la transformación humana y a la consolidación de la identidad nacional», entre otras razones.
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| Imagen superior: La ceremonia de entrega del Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2016 estuvo presidida por Abel Prieto, Ministro de Cultura; el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, merecedor de ese galardón; Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro y del Comité Organizador de la Feria del Libro 2017; Ana Cairo Ballester, presidenta del jurado, y María Isabel Domínguez, quien tuvo a su cargo las palabras de elogio. Imagen inferior: Momento de entrega del Premio a Eusebio Leal Spengler, de manos de Abel Prieto y Juan Rodríguez Cabrera. |
La sala Nicolás Guillén acogió, este sábado 11 de febrero, a importantes intelectuales de la Isla, amigos y compañeros del Historiador, y trabajadores de la propia Oficina que dirige, los que se reunieron para agasajar a quien ha dedicado toda su vida a enaltecer la cultura y la identidad nacional. Y es que Leal ha sido un cultor y un eterno enamorado de su Cuba, patria amantísima como él mismo la ha calificado. Con la presencia de Abel Prieto Jiménez, Ministro de Cultura; Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro y del Comité Organizador de la Feria del Libro 2017, entre otras personalidades, se desarrolló este encuentro, muy esperado por todos los que admiramos la obra y labor de Leal, un defensor férreo de nuestro patrimonio, fiel heredero de su predecesor, el Doctor Emilio Roig de Leuchsenring. El jurado, presidido por la Doctora Ana Cairo Ballester, confirió este galardón al Doctor Leal «por su entendimiento de las Ciencias Sociales y las Humanidades con su carácter integral, en el que se articulan los impactos sociales, culturales y económicos. Por su aporte a la transformación humana y a la consolidación de la identidad nacional. Por el impacto en la conservación y revitalización social de La Habana como ciudad, junto a su multiplicación al resto de las ciudades del país. Por la labor pedagógica, no solo a través de una amplia docencia, sino también por su difusión a través de la radio y la televisión y el intercambio personal». En las palabras de elogio, la Doctora María Isabel Domínguez García, miembro del jurado, expresó que entre los méritos acumulados por el Historiador de la Ciudad podría hacerse mención a sus casi dos decenas de libros publicados; a la impartición de docencia y conferencias en más de 70 universidades e instituciones científicas de más de 20 países en distintas partes del mundo; a su condición de Doctor Honoris Causa conferidos por universidades cubanas y extranjeras, por solo hacer referencia a algunos datos relevantes de su trayectoria académica, «resultado de una vida dedicada al estudio, rescate, preservación y difusión de la Historia, para hacerla trascender a la actualidad, a través de una obra en que se ha combinado la salvaguarda de los valores patrimoniales con los éticos, patrióticos y la identidad nacional». »Vida y obra – afirmó Domínguez García – que ha sido consecuente con el presupuesto martiano de que la historia se debía escribir …"para que perdurase y valiese, para que inspirase y fortaleciese…". Ese espíritu está presente en su quehacer cotidiano y en su vocación pedagógica». El Historiador de la Ciudad comenzó su intervención evocando su niñez y otros momentos trascendentales de su juventud. Asimismo, rememoró aquellos instantes en que conoció a su predecesor, el Doctor Emilio Roig de Leuchsenring, y sus inicios en la labor de rescate y preservación de la parte más antigua de la capital cubana: «Sobre la cresta de la marea de la Revolución choqué en la Oficina del Historiador con una figura pétrea. Me vi hablando con vez primera frente al que sería mi maestro. Con gran humildad comencé a asistir a sus conferencias y a sus charlas. Roig fue muy generoso, junto a él y a sus colaboradores aprendí el oficio de trabajar diariamente». Más adelante, Leal expresó: «Lo que pide el país ahora es Cuba, hagamos un museo cubano. En el Archivo Nacional trabajaba un joven que me dio acceso a las siete cajas con valiosas obras y las banderas más célebres de la historia de Cuba. Entre una de las sorpresas estaba el machete de Maceo, el revolver de Calixto García, y 20 banderas como mínimo, pero había llegado la zafra de los 10 millones y había que hacer algo, y hasta los campamentos nos fuimos, en la trocha de Júcaro a Morón, en la periferia de La Habana, y hasta Mal Tiempo, en las villas, hasta que apareció un artículo en el periódico Granma: el museo al campo. Luego a través de Celia Sánchez adquirimos la bandera del 10 de octubre, y el machete de Máximo Gómez. Cuando le agradecí a Celia, me dijo: "Fidel lo sabe, eso no lo decidí yo"». El también director de la Red de Oficinas del Conservador y del Historiador de la Ciudad se refirió a algunos logros de la institución que él lidera, pero afirmó que todavía falta mucho por hacer. Aseveró que primero se deben recuperar fuentes, pues la Oficina perdió todos sus libros. Indicó que, por ejemplo, hoy la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle es, junto a la Biblioteca de la Sociedad Amigos del País, una de las más importantes instituciones de la Oficina que busca precisamente la conservación y rescate del patrimonio documental. Y que en el mismo edificio del Colegio Universitario está ubicada la Academia Cubana de la Lengua, la cual renació con la presencia de esas figuras que la conforman. Hechos que son ejemplos del afán por seguir en ese arduo camino de defensa del patrimonio tangible e intangible de la nación cubana. «La Revolución buscó cuanto podía ser útil en mí para hacer lo que he hecho (…) No tengo enemigos, más que los enemigos del Estado. No tengo otra amistad más grande, más que la patria mía», finalizó Leal. Con una vasta obra ensayística y analítica sobre disímiles aristas de lo que representa el ser cubano, Leal Spengler alcanza este Premio Nacional de Ciencias Sociales, el cual se suma a una larga lista de reconocimientos nacionales e internacionales que avalan su extensa trayectoria al frente de la Oficina del Historiador de la Ciudad, pero sobre todo su pasión por el rescate de nuestro patrimonio.
Eydi Sanamé Flores y Yoel Lugones Vázquez Tomado de Habana Radio |
| Obra y prédica del Historiador en letra impresa | «Gracias a Eusebio Leal Spengler, las generaciones nacidas después del triunfo de la Revolución aprendimos que en cada piedra hermosamente esculpida puede latir un sentimiento de orgullo patrio», expresó Argel Calcines durante la presentación de ambos volúmenes. En vísperas del otorgamiento al Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, del Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2016 en el marco de la 26 Feria Internacional del Libro, fueron presentados sus libros más recientes por Argel Calcines, editor general de los mismos y de la revista Opus Habana, en el portal del antiguo Palacio de los Capitanes Generales, hoy Museo de la Ciudad. «Eusebio Leal es como si fuera un ingeniero humanista. Ha levantado una obra que se basa en una singular filosofía de la praxis: el "andar La Habana". Su principal filosofema ha sido la defensa en profundidad del núcleo simbólico de la habaneridad y, por extensión, de la cubanidad», expresó Calcines tras agradecer que en el plegable de la Feria se haya dejado constancia de que los títulos ahora presentados son el resultado de la labor editorial del equipo de Opus Habana. Hijo de mi tiempo (2014) y Aeterna Sapientia (2015) recogen conferencias, artículos, semblanzas, entrevistas y «cuanto he pensado que ejemplificaba la prédica de Leal en medio del constante fragor de la restauración de La Habana Vieja», explicó el editor en presencia de un amplio público que incluía a niños y jóvenes, acompañados por sus padres y maestros. Aprovechó entonces para referirse a Fiñes, «un precioso libro de Leal con anécdotas de su infancia que recuerda a la novela Corazón, de Edmundo de Amicis». Al comentar también sobre otros títulos como Patria amada (2005), Calcines expresó el honor de que el Historiador de la Ciudad le concediera la posibilidad de escribir el prólogo a ese volumen: «Entonces le puse "Nota del editor", destacando otro de los ejes principales de la prédica de Leal: el concepto de patria, cuya etimología viene de pater (el protector), pero cuyo significado se ha traspolado históricamente a la figura materna, representando a Cuba como una muchacha que aparece escoltada por sus hijos». »Gracias a Eusebio Leal Spengler, las generaciones nacidas después del triunfo de la Revolución aprendimos que en cada piedra hermosamente esculpida puede latir un sentimiento de orgullo patrio», concluyó el editor fundador de la revista Opus Habana, agradeciendo una vez más a su equipo el apoyo prestado para que la prédica del Historiador de la Ciudad haya quedado impresa. Junto a Calcines, estuvo Mario Cremata, director de la Editorial Boloña, cuyo programa de presentaciones supera los 20 títulos, incluido el cuarto tomo del Epistolario de Emilio Roig de Leuchsenring y José Lezama Lima en su centenario, con 12 conferencias que rinden homenaje al autor de Paradiso como parte de la Colección Centenario de la Academia Cubana de la Lengua. El próximo viernes 17 de febrero serán presentadas la revista Opus Habana y el Boletín del Gabinete de Arqueología en el portal del Museo de la Ciudad.
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| En la imagen superior, Argel Calcines, editor general fundador de la revista Opus Habana (1996), y editor general de los libros del Historiador de la Ciudad desde el año 2000. Además de referirse a Hijo de mi tiempo (2014) y Aeterna Sapientia (2015), también aludió a Patria Amada (2005), citando palabras de su prólogo al mismo: «Nota del Editor». A su izquierda, Mario Cremata, director de la Editorial Boloña. Imagen inferior: Público asistente a la presentación que tuvo lugar el sábado 11 de febrero en el portal del Museo de la Ciudad. |
Redacción Opus Habana |
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