Gloria, Claudia, Marisa, Ximena, Ricardo, Gustavo y Javier terraza
de San Diego.
CAIDA DESDE LA ALTURA BALCONES NO SE MATO MILAGRO
16 de Abril de 1981 . CHE …… DEMIÁN : Tenés 3 años y me impulsa a escribir el temor a que cuando vos tengas veinte años, esto que quiero manifestar hoy se me haya olvidado, ó tal vez las vueltas del destino me obliguen a negarlo ó a disminuirlo. Ó tal vez yo ya no esté.
Me apasiona y emociona genuinamente tu vida, que no es la mía. Vivimos juntos, se dice pero son muchas las horas que me pierdo de verte por el trabajo ó los entretenimientos de “adulto”, cine, teatro, etc. Pero las horas que estamos físicamente cerca (porque ahora no estoy a tu lado, pero mi ser si lo está) gozo con tu espectáculo. Tus frases recién “collageadas” de un idioma nuevo me sorprenden, me refrescan. Me sorprendés a cada rato con tus sentimientos elementales de odio ó cariño. Tu contacto me hace hervir internamente los genes que todavía viven en mi esperma, que olfatean a sus ex –compañeros ya personificados en un ser humano.
Viéndote veo a muchas personas y se que no veo, pero hay en vos cientos de antepasados, ya olvidados que te dieron esa sonrisa, ese gesto, ese humedecerse los ojos ó ese pié que arrastrás en tu primer paso de baile.
12 de Mayo de 1981 - El 1º de Mayo quisiste en la terraza de Espinosa 1457 nuestro hogar en La Paternal ver el humo y fuego de un incendio en el barrio. Te puse sobre el pilar de la segunda terraza y como me pedían ayuda para el asado (había veinte personas) te recomendé que no te movieras y te mantuvieras agarrado de una soga, te oí llorar al rato y era que te habías caído ó tirado (según vos, me dijiste como el Hombre Araña). Te rompiste la tibia. Fui yo el culpable, creo que sí y ahora que te veo rascarte con una aguja de tejer dentro del yeso que te hace picar me arrepiento. Me parecés tan capáz, tan hábil, que te dejé solo. Fui un bestia, perdóname cuando leas esto. Un beso a mi querido hijo Demián Rafael González.
12 de Abril de 1982 Volví a encontrar hoy este cuaderno y puedo contar mi experiencia con vos. Te llevé por primera vez y conocí tu escuela, tu primera escuela, tu primer aula de Jardín, tu primera maestra. Apenas entramos a la escuela, te pusiste como un bebé, comenzaste a hablar como si tuvieras un año ó dos menos. Era tu emoción, de que te acompañara Papá. Estuve un rato sentado en esa sillita minúscula, al lado de mi hijo. Luego me fui, pero me fui diferente, me fui feliz de verte crecer, feliz de sentir emociones gracias a vos. ¿Qué sabe un hombre que nunca llevó a su hijo a la primera escuela?. Hace cinco ó seis días te llevé con la camioneta Dodge furgón a Pinamar, llevábamos una pequeña mudanza y luego de descargarla dormimos por la noche abrazados dentro del furgón. A la mañana me despertaste vos y fuimos a la playa solos, a pesar de ser Abril nos bañamos y te lance al agua un nylon con anzuelos. Te quedaste pacientemente con tus cuatro añitos frente al inmenso mar desierto y el gigante se enterneció y te regaló un gran cangrejo, que con tus gritos de miedo se asustó más que vos. Tu primer cangrejo, pescado con tus manitos. Gracias por haber nacido Demián Rafael. Tu papá…. Toto
2 de Diciembre de 2014. Cumplís 37 años y vuelvo a revivir el momento en que te ví paradito del otro lado de la baranda del balcón que yo estaba barriendo. Era un cuarto piso habías cumplido un añito y no tenías parapente. No caíste. Por eso te pude abrazar hoy cuando entraste al negocio. Pasaron 36 años de aquel bendito día en que no te perdimos. Tendría que haberme convertido al islamismo ó al judaísmo ó al budismo ó al macrismo. Te quiero mucho hijo. Además admiro muchas de tus cualidades.
Tu papá Toto
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