lunes, 17 de agosto de 2015

videocolonoscopia un enfermo de la tercera edad cuenta su miedo negado y dolor psicosomático nueve nietos Lagomarsino Stiuso Monjas

03 de junio de 2015   videocolonoscopia un enfermo cuenta su miedo negado y dolor psicosomático

Quiero colaborar con mi experiencia para que las personas que van a ser sometidas a una videocolonoscopia tengan una aproximación a la situación, desde el enfermo.

Piensen que esto puede aplicarse a cualquier situación de enfermedad todavía no determinada, por la ansiedad que causa la espera (estrés).  Eladio González  

CRONICA  DE  UN  DOLOR  INTOLERABLE  PERO   PSICOSOMÁTICO

Habían descubierto un pólipo adherido en la pared de mi recto.  Al descubrirlo con la videocolonoscopia no lo extirparon porque el Sanatorio San Camilo no tenía cuatro clips que sellarían la posible pérdida de sangre.  Asi que hubo que volver a repetir todo. Cosa que la pobre Irene fue tragando con dificultad, tramitando los 4 clips en O.S.D.E.  la obra social. No cobraron nada por los clips, cosa que me hizo dudar sobre la eficiencia del San Camilo.  Tras diez días de espera llega la víspera de una pequeña intervención quirúrgica programada un mes antes.  Es domingo por la mañana y tras dormir bien toda la noche me levanto y sentado a la computadora comienzo a sentir dolor en las nalgas, voy inclinando el cuerpo y hasta pienso que mi silla, la uso desde hace diez años “está dura”.  A los 10 minutos duele mas y se corrió el dolor-ardor por los muslos. A los 20 minutos las pantorrillas están doloridas también y hasta los pies participan.  Es como ver, pero sintiéndolos dentro todos los troncos y ramificaciones nerviosas que parten de ambos huesos de la cadera y recorren las extremidades inferiores. Termino escribiendo de pié.  El dolor continúa y abandono la computadora y comienzo a caminar por dentro del negocio dando vueltas y vueltas. Es rarísimo nunca había sentido eso y comienzo a temer algo raro.   Durante el almuerzo me cuesta estar sentado por la molestia, no quiero decir nada a Irene porque ella ya lleva un mes alterada por toda esta cuestión mía que ella vive como si fuera ella la del pólipo.  Por eso comienzan a dolerle los laterales del cuello y se queja.  Le comento que su dolor es producto de la preocupación pero no me dá bola.  En la siesta ocurre lo mismo no puedo estar acostado por el dolor y tengo que levantarme porque no aguanto.   Toda la noche del domingo no pude pegar un ojo ni quedarme tres minutos quieto.  Un costado me dolía, giraba hacia el otro costado y a los tres minutos me ponía panza arriba, y asi cambiando y cambiando hasta boca abajo, pero el dolor allí y los malos pensamientos comenzaron a asaltarme.  Que un cáncer fulminante que extrañamente bajaba de la cintura a los pies pero que luego subiría de la cintura hasta el cerebro. También recordar los últimos días, ¿Qué hice, que comí que pueda estar causándome esto?  En el inodoro no puedo estar sentado el dolor es terrible, pienso en un envenenamiento, tal vez ese turista brasileño que me obsequió una golosina de Recife cuando le dí la visita guiada en el museo del Che Guevara vino con el propósito de acabar conmigo.  La Mossad, la KGB, Macri,  la CIA, la SIDE, Scotland Yard yo que sé, pensé locuras que en ese momento las evaluaba como posibles. Era como soñar una pesadilla despierto y aparte el bruto dolor.  Lunes me levanté a las cinco de la mañana sin haber dormido cinco minutos en toda la noche.  Atiendo en el negocio y a la tarde vamos al Sanatorio San Camilo, Irene se sienta en sala de espera yo no puedo estar sentado y camino, camino para disimular el dolor.  No quiero confiarle a Irene porque temo que si lo digo los médicos decidan no operarme y todo vuelva a postergarse y empezar.  Cuando me asignan habitación, me desnudo Irene me sugiere que me recueste a esperar y ahí pienso…¡ qué fantástico este colchón !
El colchón es un pedazo de gomaespuma duro pero lo que ocurre que mi dolor comenzó a disiparse y eso me hizo creer en las bondades de un colchón especial.  Irene  propuso que durmiera un rato hasta que vinieran a llevarme, ¡¡ pude hacerlo !! y ella mientras escribió en un volante de propaganda del Instituto de Profesorado en Enfermería.  Buenos  Aires, lunes 18 de Mayo de 2015.  Escribo para que se me pase un poco esta espera que ¡ ya me tiene harta ! .  El duerme y está bien.  Yo no se que me pasa, ¿estoy en off ?  
Quiero que todo salga bien para Toto, si hay algo malo que me pase a mí.  Estoy estresada desde hace días, primero con lo que me pasa, dolores raros y esperas interminables de turnos, pero ahora lo de Toto me colma la paciencia.   Estoy esperando que vengan a buscar a Toto para operarlo y  ¡ tardan tanto ! .
Desperté y veo a Irene y Manuel mi hijo menor hablando.   Chequeo mentalmente mis pies, pantorrillas, muslos y nalgas y………. “NO ME DUELE NADA”.   Ahí se lo comento a ambos, pero ellos no dan bola están preocupados por mí y el camillero llegó, me levanto y paso a la camilla.  Irene y mi Manuel me dan “el último beso” y parto raudamente como en las películas por largos corredores viendo si el cielorraso está bien o mal pintado.  Otro camillero viene en sentido contrario y trae también a otro paciente.  Le comento a mi chofer…. seguro que chocamos y Crónica dirá  “solo sobrevivieron los enfermos”.  
Se ríe un cachito.  Pudieran pienso,  pegar en los cielorrasos con letras grandes bien legibles las instrucciones para como saludar a San Pedro y gestionar el ingreso al Club Celestial.  (no lo hagan en Latin por favor)  O sugerencias como : “si zafas de esta hacete una escapada a Nepal,  ó a una central nuclear japonesa.   
Entramos a la sala de operaciones donde se que me dormiránSon nueve personas y me parecen apóstoles asi que ya me veo crucificado.  
Temo que cuando me tengan dormido a solas…  tomen fotos y la suban a las redes, o hasta abusen de mí, me interroguen y yo indefenso dé la clave de la cuenta en el HSBC de Suiza, que tengo conjunta con Lagomarsino, Stiuso y otros.  Para relajarme les digo:  “no traje tanto dinero, espero que varios de ustedes estén en negro asi no pago tanto.   Se rieron un cachito.  Y me dormí sin darme cuenta.  
 Al despertar, la habitación y mi pareja actual Irene esperando al médico.   Esto fue el Lunes y ella durmió en el sofá junto a la cama ortopédica a botón. Todo el martes estuvimos aguardando pero no apareció nadie salvo las mucamas a limpiar o enfermeras a tomar la presión. 
Pregunté por curiosidad ¿no vienen monjas? y me miraron raro.  Tarde en la tarde vino un médico me dio recomendaciones y el alta.  
Volví vivo a mi hogar ( y museo que fundé en 1996 en homenaje a un médico argentino) desde donde escribo esto.   
Por 15 días no puedo hacer ejercicio físico, ni tomar aspirinas ni bayaspirinas porque impiden la coagulación.  Comer puedo comer lo mismo de siempre.   
Irene quiere que me mueva como si fuera de porcelana.  Ahora debemos esperar 20 días hábiles para saber si lo que me sacaron es algo peligroso o nó. (post data - tras la espera adecuada confirmaron que no era nada maligno).   

vivo en Rojas 129, local a la calle en Caballito CABA  mi teléfono es 4 903 3285 Eladio González Rodríguez (a) Toto  tengo setenta y dos años, soy hétero, no fumador, abuelo de nueve nietos. (la culpa es de mis hijas).


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